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IIl. Varios
P011tífices
lo continuaron
1
y
Gregotío
XI
cuando recltituyó la silla _de Avignon
á.
Roma lo
habitó
eu
1378, y
allí. se celohró el
primer
c{mclave
despues
de...'
su
muerte.
Julio
II
hizo venir al gran Rafael U
rb~nc·r·
quien pintó varias cámaras que llevan su nombre,
y
ence··
sivamente otros Sumo8 PontHices lo
han
eq:rrandecido
y ·
adornado;
y
últimamente
Pío
VI
y
Pio VII lo enal–
tecieron con los ricos museos que
hoy
encierra
y
que
Ha~
man la atencion de Europa.
,
El edificio
puede
decirse que es
compuesto
de
varios
palacios.
é inclusos
Hu::
jardines tiene la
circun
forendade 809,600 palmos. Fné restaurado por
varfo)S
Pontí.fi–
ces bajo
)a
diroccion
de
Bramant8, Rafael, S
angallo1
:F'ontana, Maderna
y
Bernini. Se
cornpo11e
de tres
pi!sos,.
los
cuales
contienen multit1Jd de salas.
gHleda.s:
corredc~ -Tes,capilla8, una
biblioteca,
un \ustísimo museo, un
jardin
1
veinte patios
principales,
ocho grandes escaleras
y
cerc~1
de
doscieutas
pequeñas. Aunque su nrq nitectura
en
fa
parte esterior no es
simétrica.,
por
haber sido construido
en diversos tiempos,
sin
embargo, sus obrns
interiores
son propias del mérito de los artistas que las dirijicron,
La escala prínéipal, muy celebrada, que dá
ingreso al
Palacio,
es
la que est:-l
{L
un lado de la estátua de
Cons·–
tantinó, en uuo de los
vestíbuloR
cerca del pórtico de la.
Basílica. Está adornada de columnas jónicas
y
estátuaS<
de
mármol.
Conduce
al
primer plano,
é
inmediatamente~
á la sala régia, que es de
ul1
fa1mtño
estupendo. En esta
S:lla
se
encuentran
á la derecha las célebres Capillas Six–
tin9i
y
Paulina, siendo' la primera destinada especialmen–
te para las
funciones
de
Semana
Santa. Miguel Angel
pintó al fresco
en la testera de ella,
~ el
juicio universa.?,
que se mira por todos como la obra maestra d-el arte
de pin tura. Además, pintó la bóveda
y
frisos
con
varios .·
pasages del antiguo testamento
y
otros emblemas de:
mérito sobresaliente.
Siendo tantos los departamentos que comprenden fos ·
museos· de este palacio,
y
siendo muchos
y variados
los
objetos de obras
artísticas
antiguas
y
modernas que lla–
man ,la atencion,
no es
posible
dar ni lijera
idea
de cuan·
to
contienen,
y
era
preciso
ocupar
mucho tiempo
para sa ·
tisfacer la curiosidad. En solo una sala de pinturas
ha.y