DE SUl\lM.
~RINIT.
ET FIDE CATHO.
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vinidad,
y
la misma divinidad junta con el alma
baxó á los infiernos, donde .estaban los santos Pa,
dres ,
y
los sacó para subirlos al Cielo.
Creemos tambien, que resucitó al tercero dia,
jtmtando el alma con el cuerpo muerto, por su pro–
pia virtud de verdadero Dios, aunque resucito, co–
mo hombre,
y
ele parte del cuerpo, que este solo
muere en el hombre, y el alma es inmortal, c-on la
qual el cuerpo resucitado participa de la gloria.
Creemos tambien, subió á los Cielos por la mis-
'
ma virtud de Dios, y hombre bienaventurado, acom–
pañado de las almas de los justos: con que se abrió
el Cielo para todos los justos, por aver pagado el
precio de los pecados con su muerte. Y assi mismo
creemos, que está sentado
á
la diestra de Dios Pa–
dre , y tiene igual g loria con el, en qua.nto Dios,
y
en quanto hombre mayor , que otro ningun biena–
venturado.
Creemos tambien, que desde allí
á
de venir á juz–
gar á los vivos, y
á
los muertos ,
y
que eljuycio vni–
versal, que Dios á ele hacer en fin del Mtmdo con–
viene tambien
á
nuestro Señor
J
esu-Christo en
quanto hombre,
y
Redemptor: porque en el pedirá
cuenta de los beneficios de su R edempcion, de pen–
samientos, palabras, y obras.
Creemos tambien , que todos hemos de resucitar ,
y
hemos de tener vida perdurable, en que los jus–
tos gozarán de la gloria, que es honra,
y
triunfo
del pecado , de que goza primero el alma,
y
resu–
citando el cuerp.o, se junta con el alma bienaventu–
rada, participando de los dotes de la bienaventu–
ranza. ·Mas los malos, que müeren en pecado mor –
tal, padecerán perpetua miseria,
y
pena, d e la qual
participa el cuerpo resucitado.