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HTSTORU "DE LA
C:A(I'EDRAL DE LT:UA
•·
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cf~: ~¡O~il!,d~a:e~ir~a ~~cf;~ónfu~e d~~ie~
mente profanada. El presbítero
D.
Florencio Fonte-
~!~~~~d~~:~~~:~~~~ld:u~lli~ fJt~;i!~id~d~~tr:u~~í~~
á Sus órdenes con ese propósitlo, tomó J?OSesión de e1la
y
celebró en su principal altar
(1)
un&.
m1sa
de
-t·equ·iel.n,
· en sufragio de los chilenos muertos en las tr.istes jer-
nadas de San JJ.!an, Chorrillos
y
Miraftores.
•
Las órdenes que recibiera del infatuado u-enei-al
Tencedor, ejercieron mayor influjo en el ánimo deese
~~~e~~~~ét~~;~~se~ii!~t:!:Pr:l~Ó~}j:~~~.rtibles
rá7o-
En esa memorable ocasión, tanto el Iltmo. selt¡or
Orueta, .Arzobispo de·Lima, como el Cabildo
eclesi~e
tico, dieron elocuente prueba de que los animaba el
mismo sincero patriotismo que demostraron en
el
c~r
so de toda aquella fatal campafia,
y
que los indujq
á
entreg8.r al Gobierno de
la
~epública,
para la defensa
de esta, las alhajas. priedras preciosas, perlas, oro
y
r~:!~~~~~a~:e¿~~~~~~:
f:
J~~~~~¡C~~=b~~ció~Dd~b~~~
ceremonias del culto (2)
;
Ell6 de Enero de
1893
el Iltmo.
señ.orBa.ndini,
Arzobispo de esta Arquidiócesis, dirigió al Cabildo
una nota en la cual le participaba que, después de pe–
sar maduramente las razones alegada$ .por esa veqe–
rable corporación, había dispuesto que se verificase ,la
clausura de la Catedral mientras se hacian en ella las
sérias refacciones que reclamaba su estado, habilitán-
t;l~~i:;t~~r~:~f~l ~:íS:ir~e:i~~cio
del culto divino,la