jamás.SOña(IaS,r
qu~
no
suPimos
aProvechar
razonable-–
ménte: Cié
sUene
qUe, en medio del general adálanto,
chocaba
á
todas las miradas el aspecto poco grato que
les ofrecía la casi destruida fachada de la menciona·
da iglesia. Repararla, exornándola con las galas de
la arquitectura
y
arte modernos, era, pues, una
nece~
sidad premiosa. desde que tal
y
como entonces se ha–
llaba. decía mucho
y
muy mal de las personas llama–
dar;_
á
impulsar al país por la&anchurosas vias del pro-
gresg~2¡gánrlolo
sin duda asi
él
~xcmo.
señor Coronel
D..
Jgs~ .
Balta.-:-uno
de los mandatarios más afanosos
y
diligenbes g,ué hemos
t~nido
en materia de obras pú–
bli,c~decidtó
remediar el maJ indicado
y
adoptó en
consecuencia) laS providencias más oportunas y eflca.-
c~s bió~ec~~:~~i;!o~
Ja
obra, que no
débia
compren~
~~~ ~~nd~!gl~~fó~:d~Í~~rc::!c~u~f~·(
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(1)
Se IÍaruabe.o
Mf
untJ" pxc:avaclones hecha.e bajo (!1 ce–
~:~'i:'~~nS:~"::d':nfgt
muros techados de ufrulera
y
cúblerto•
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80
por
mor-