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MANUEL GARCÍA IRIGOYEN
Eü. medio de sus grandes tribulaciones é infortu.
nios. Lima tuvo entonces la inmensa suerte de estar
goberñada por don Antonio Manso de Velazco, Conde
de Superunda, sujeto de elevada alcurnia
y
dotado
de brillantes cualidades,-que se consagró con asiduidad
y
celo
á
la reparación de los inmensos daños causados
por el terremoto (1).
Mient1·as se arbitraba los fondos necesarios
pata
la reconstrucción de la Catedral
y
se concluía el plan
á
que debían sujetarse los trabajos, que
fo~:zosamente
tenía que ¡;;er económico
y
bien meditado, dispuso el
tina not.icia de que una imagen de la "Virgen de la Solednd !lo–
mba y sudaba en la cnpil!a de San
BaJ·tolomP,'-todo
pam.
de–
·mostrar que
~;e
hablan tenido anuncios de !as desgmcias que se
expm:imentaban.
Bsta última grosera impostu1·a. quedó muy 1wonto disipnda,
porque no ent posible impedir que el pliblico se
de~enga.i1:nacon
sns pmpias invest.igaciones. No da1·emos lugar
á
cl"ftica:;, agrega
el sei10r ilfendil>urn, citnndo otras muchas im·enciout-s, :;obre las
eua.le¡¡: :;,e expre:sa J,lano Zapatn. en estos tél"minos. '·Es cierto que
en t1·agedias de esta natu_raleza IJJuebas verd<tdes se ocultan, pero
lllayoJ·es mentiras
~e
fingen,
habiendo :Ligunosqu"t! teniendo co–
UJO
estudio callar verdades, siguen como profesión el decir men-
• tiras. La plebe siempre urde novedades para engaíuu· eon con·
• jeturas
6
cree impertinencias, para UJO\'er col;l sus delirios
qne
se impl"imen
en
ulgunos que aunquf' no son vulgo
_sn
sns pe1·so·
nas,
S:)n
lnenos que vulgo en sus conceptos...."
(1) Vamos
á
l'eCOITel· de ligem las providencias · dictadas en
los aciagos dfas de tantas culatnidades, por el Vi1·ey D. Jos(J An–
tonio M11.nso, cnyar se1·ena acti\"id::td, energía, a.tinn.dos
y
oportu–
nos
paso~,
fueron supel"io1·es
1í.
todo C':lngio. La ciudad da..Lima le
~X~~!~a~~~~~i~did~~~-~c~~·~~¡~:~:~~n t,fJ:~:~l:ci~~~;~~~i;~:i~ti~~~
0
,~e~
ceoidades que
In
oprim!:m.
Mandó
que al momento se ¡·ehieiesep
las panaderfas
y
los molinos; que
se
hn.bilita,gen
las
fue1,1tes
y
con-
~¡~!~~o;a~: ;a~ea~¡;~<~~i~~i~~a)?~~~~;~~~i~~s\!~~-~~~~~-d~~~e~
1
.:j~~~;
ganados
y
vfveres, dictándola$
muy
sevflms para que no se alte·
!'asen los precios
Ue
lAS
ca1·oe.~
y
denHis a1·tfculos de preferencia;
pnso guardias en la Casa
de
Moneda pa1·a custodiar el oro
y
pla–
t:v
del Rey
y
de particulares, que se estimaban en millón
y
medio
de peSos;
dis~uso
se situa!>e tropa en las playas imnediatM y co·
misionn.dos paraenternu los cadáxeres que arrojaba
el
umr,
así
como para
w~cojer
y da1· cuenta de las alhajas, muebles y especies
de todo género que varn.ban en
las
cost-as, evftando t¡ue la plebe
~~~ti;.~a~gfo
8
c~~~o~~ ;~~~o~~ f..i~~~eJ~~~~;~f 6~~f:d,
0
!~
11
1~~o;~:
se efectuaron algunos castigos para escarmiento de mal inteneio–
nados;
y
se contrajo, por óltimo,
á
disponer la ext1·aeción de efec–
tos de los almacenes reales que est-aban bajo las ruinas del puerto
{Mendibum .-obra cit. toro. V pag. 147).
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