INTRODUCOION.
Una cuestion grave se ha promovido, con motivo de
haberse provisto por el Romano Pontífice la Sede
-vacante de este Ar:wbispado.
A
formarla han con–
currido circunstancias, cuya índole y tendencias nece–
sitan de un exámen profundo, que sirva para ilustrar–
la, á los ojos de los que no se hallan en condiciones
de comp render toda su trascendencia
y
magnitud.
Es, ante todo, una cuestion de principios, l:'n el ter–
reno rel igioso, cuya solucion, segun el carácter r¡ue
t uviere, puede contribuir a l lbiencstar comun ó causar
honclas perturbaciones en las conciencias.
Los Poderes públicos, llamados
á
reso lve rla, de–
bieran inspirarse en los mas puros sentimientos de
int erés por· el órden social, procurando sacar incólu–
mes, de entre las asechanzas de secta, los principios
fund amentales sobre que reposa el órden moral, prin–
cipios, que jamas hemos perdido de vista, desde el
nacimiento de nuestra
civiliza~ion.
Un esfuerzo supremo de voluntad puede prevenir
el mal; una mirada refte:x,iva y a ustera, descubrir toda
su deformúlad.