1,
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ras y estudios. Nad:1 mio encontrarán los lectores; nada que
sea nuevo;
nada
qne no esté escrito:
mi
trabajo estad. redu–
cido
<Í
recopilar lo que e3t::Í. di"l'crso en muchas obras. Reco–
jeré lo que crea convE:llienté,
y
oruit;iré
lo sn11erfluo. Mella–
•~·-:A.r:::Jl
l:'mgmrio; yo les Lliré
qnu
soy rcc-opil:u1or. Los he–
chos
h~stóricos
uo se invent:m,
<>e
rec:.>¡,i.~au
colllo fueron, y
no desfignrarl0«;
y
e'ite ::;cní
uti
trab'l_jo.
Tratf•ré
1
° ;
Del
derecho
e¡ u
e el GoLierno tiene para pre·
sentar rJara los Bencfit:íus
Ec:le.
;iÚf'(ÍCO>".
2°
Del derecho
de
eri–
jir, suprimir, didcl:r
b"
Diócesis-:.'
tiut.kluries
lo-; territorios.
3° Dd
<lerecho ne proteccion
:¡
,lel rc•..;ur ..;()
de
fner~:L
40
De
Ja
f.'!0t<~tal:.
..:ie snprimi•· conventos.
5° Dd
tk:·e ·),,)
dt->
naciona–
liza!' los bieue,;
eele~i:isti~os
6::?
Del
execuettu,·.
'l
~
Delllere–
cho
(_('.lO
t!enen los Golnumos para i,lt¿, .
~'•Ür
en la Üitlciplina
externa de la Iglesia. Permítanme los
lec~nrcs
llll<t
disgre–
sion "l-::-brc el estaclo
,(.a
los conooimietos on el Perú antes Je
la
Indepcndéllcin..
§
2
~
-Del e.stado de los conocin?Jientos en .AméricJJ
en
1810.
Cvüquistada la mayor
p:-trtc
del Nuevo Continente por los
españoles,
fu.é
su pbu pan.
conservar
In.
cvnquist:t
y
mante–
ner bajo su poüer tan
es~enGos
t<Jrritorios;
l
~
hacer desapa–
recer
la
exce;;iY:1
y
p:1uÍlica pol>lacion de estos pai3es;
~ ~
impedí;·, que los conc¡nist::das, y la
raz~,
qne de la mezch de
opresores
y
oprimidos, viniera.
~nt!cciese
sus derechos;
pa-
1':1
q'Je
jamá~
lus rcelr.:n::tse, ni
tr~ttase
de Repararse :le la
oprcsom l\Jetrópoli. La ignorr>ocia,
el
emuruLecimiento, la
separacion
nbsoh~:t
ele>
todo erurlb ,,
;Í
pesar de las aptitunes
qc.o
tuviesen, y
el
illfnnJirles
la
creencia de qne los Aborije–
nas
y
loE
1~eztizos
ern.n
lllf:-;';0.-el:l
.i
los cs!-'añoles, fueron los
Fl'Íp~,ir"l;s ~
.."!iv"
tL.!uL•L>LÜ0S para
perpetuar la COnquista.
La I11quisicio··¡, el clc>ro
esp~tílcl
Ganto
l'CJul~lr
como secular,
los
com~ndante<>
rnilitn.rcs, bs
~udiencias,
cuyos miembros es·
c
1
L~::-ivamuuLe
es¡nñoles, con una qc;e
v~n1
escepcion, en los úl–
timos tl0mpos, fueron los po·it'l'osos instrumentos de que
la
España se valió para re:uizar su plnn.
_ Conten:a
el
:.cdúvo del Vi-reynato, preciosos é interesan–
tes dof'·_unentos, que mo"trabrrn tan notoria mald:.d y
tan
maquiavélico sistema. Era uno
la Real órden de 24 de
Noviembre de
1785
en la qne se vé el encarnizado ódio del