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La importancia de este asunto es tal, que nos
ha parecido necesario dar al público todos los
documentos relativos
á
él, no precisamente para
la notoriedad del hecho, que es ya conocido ele
muchas personas, sino para que se le tenga pre–
sente en lo venidero, en las cuestiones que puedan
ocurrir entre la Iglesia y el Estado, harto frecuen–
tes por desgracia, en nuestros tiempos. La resolu–
cion del mas elevado tribunal de la República en
u~
negocio tan gTave de Derecho Eclesiástico, se–
rá mirada con respeto en todo tiempo; y bajo de
este punto de vista es indispensable la publica-
cion de este folleto.
Los documentos que insertamos en seguida
son los oficios cambiados entre el Muy Reverendo
Arzobispo y la Secretaría del Culto: la resolucion
de 12 de Setiembre: la denuncia del Seiíor Fiscal:
el informe del Metropolitano; y los autes de la
Excelentísima Corte Suprema. Estos últimos do–
cumentos, harto inportantes por sí, lo son todavia
,mas por los honrosos antecedentes de las personas
que los suscriben. Los Señores Cossio, Paz-Sol–
dal y :M'\1iioz que formaron la 1." Sala; y los Se–
ñores Alvarez, Arenas; Oviedo y Palacios, de la
2."son antiguos magistrados y letrados de crédito;
y el Señor Paz-Soldan ha sido siempre el severo
defensor de las regalías uacionales. Ellos, sin em–
bargo, han declarado que con la cuestion del
J
u–
~leo
no ha :faltado el l\Iny Reverendo Arzobis-