liBRO
IV. ttceroN Wí.
·1
9
1,
· va
gala ,
y
como
viO:ofa
flor
exha
lo
por
todo el mundo nuevos brillos ,
y
\nuevo
o
1
or intnortal. Afsi defeo que mi cora–
zon florezca,
vift iendo
e1 verdor
de
fan–
tidad ,
y
atnenidad de
gracia.
Porque
no
lo efperare del contaB:o de tu cuerpo•
ft
se
que tnatas )
y
vivificas '
que nos
lle~
has
a
Ia fepultu ra ,
y
nos facas?
Si
el
COO...i
taéto del cadaver de Elifeo
refufcico
un
n iño difunto;
n1as
poderofo es el
tuyo
para cotnunicanne
vida
nueva~
fiendo
tll
autor
de la vida. Concede1ne benignif..._
fttno
J
efus, efie favor' pues lo puedes
conceder , por tu [anta fepultura,
y
por
. tu
refurreccion
gloriofa.
Mas refucitandó tu , acafo
querras,–
que afsi corno yo defeo fer fepulta o.
contigo '
di
r
ponga dentro de mi un fe-·
· · pulcro
efpirirual,
para que qued€ feput–
tado, no folo en e] corazon de la tier–
ra , fino tatnbien e, la tierra de
tni
co–
razon. Difpuello
efl:a
Dios tnio: mas tu
gracia
lo ha d
foue!l:o
o
y
en
dulce
J
efus
mio ,
a
defca-Afar en el corazon de
tU
fiervo. Tu
monumento,
que es tnonimen–
to para
tni , · tne
enfeña , qual debe fer
tu fepultura ,
y
rne
inclina
a
difponerla
~
fu fetne¿anza.; pero
bie~
se,
que
i1
tu
no