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tutos, como los de los
alesianos, Hermanos Cristianos
y
otros, que cumplen perfectamente este fin,
y
ofrecen
sólida o-arantía para la educación
é
instrucción católicas;
muy justo es, pues, que el Congreso h;¡ga fervientes vo–
tos por que las Casas
alesianas, que para dicha
y
felici–
dad nuestra vemos con general aplauso fundadas en e ta
Capit;1l, se propaguen t;:nnbién por las principales pobla–
ciones del Perú;
y
por que cuanto antes e establezcan
igualmente Escuelas de H ermanos Cristianos,
y
otros
institutos semejantes: recomendando
á
la ''Unión Cató–
lica" que haga tollas las gestiones conducentes
á
conse–
guir tan 1•recioso resultado.
***
La instrucción que se da, st:ñores, en algunos Colegios,
y
aún en algunas Cátedras universitarias, es por desgra–
cia, en muchos puntos, opuesta
á
la religión del Estado.
El Congreso Católico no puede ser indiferente
á
este
mal;
y
á remediarlo, en cuantos ·a po ible, se dirige el
cuarto proyecto, que se os somete.
La instrucción qu e se da en los Colegios
y
Universi–
dades influye poderosamente en la suerte de los pueblos.
En esos centros se forman ordinariamente los que han
de regi r sus destinos; de allí salen los ciudadanos que
van
á
ocupar los diferentes puestos públicos.
El
joven. que desea obtener una profesión liberal, tie–
ne necesariamente que recibir lecciones en esos estable–
cimientos;
y
si esas lecciones no se basan en el temor de
Dios, que es el principio de la sabiduría, se encuentra
en el eminf'nte peligro de perder el precioso tesoro de
su fe.
En vista de todo esto, señores, el Congreso Católico
protesta contra toda enseñanza racionalista ó impía;
y
no puede menos que solicitar del Supremo Gobierno y
del Consejo Superior de In strucción la más estricta vi–
gilancia al respecto,
y
que ejerciten u acción, según el
caso
y
conforme
á
la Constitución
y
leyes de la materia,
para que la enseñanza sea siempre áncora de salvación
y
de verdad.
Pero, señores, los jóvenes e tudiantes no son sólo de
esta Capital. Vienen también de las provincias,
y
enton–
ces se ven obligados
á
vivir en Lima, habiendo dejado
sus queridos hoo-ares, abandonando madre
y
hermanos,