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DOVIINGO VETNTE Y QUATRO
mas. Todas sus lecciones son otras tantas verdades,
y
to–
das estas verdades son eternas. Seguir al mundo,
es
de–
xarse llevar del arroyo en que se ahoga quien no pro-
)
cura salir de él, seguir la inclinacion de sus pasiones, es
/
correr
a
su perdicion:
a
poyarse sobre las criaturas,
es
asirse de un junco que se dobla,
y
de una caña que se
rompe
y
lastíma
a
quien está asido de ella. Penetra esta
important _ verdad, medítab sin cesar; y no perdiendo
jamas de vista la vt:rdades del evangelio, haz por po–
ner en práctica lo que
é
te te enseña,
y
lo que
Jesucris–
to
te dice.
2
Ya ves que hoy es el último dia del año eclesiá.s–
tico; procura, pues, tomar una hora,
o
siquiera media,
por
la tarde, para pensar por mayor toda1.:
l ::i .~ "~rdades
de dogma
y
de conducta que has
.:...
v
en
e~ ~"
obra del
Año cristiano. Todas estas grar
-s
verdades, sacadas del
evancre
io.
no pasa rá.o. El
rr
...
11do
verá pasar
s~s
esclavo
:
el
uempo
V\....
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•
,
modas, los usos, las máximas
del mundo; pero las de Jesucristo no pasarán. Las has en–
contrado especificadas, desmenuzadas,
y
explicadas en es–
ta obra; quizá has hecho de ellas tu leccion de cada día,
y
has debido hacerlas
P.l
asunto de tus reflexiones; ¿pero
te has servido para arreglar por ellas tu conducta? ¿Que
fruto has sacado de ellas ? ¿Que cuenta no tendrás
que
dar de tantas lecciones, si no has sacado de
ellas
ningun
rovecho? Se te ha· mos trado el camino del cielo;
i
estás
;nuy
adelantado en este camino? Se te ha enseñado
la
ciencia
de lo
S
ntos ; ¿te has hecho en
ella
muy hábíH
D
spues de haber visto tantos grandes exemplos de vir–
tud,
y
luber leido tan tas santas prácticas, ¿ere >
mas
cris–
tiano
y
mas santo? Pue to que las
pal
bra de Jesucristo
no deben
j
mas pa ar, arregla de aquí adelante tui
cos–
tllmbres y tu conducta por sus palabras;
y
volviendo
4
empezar
a
leer este Año cristiano, toma hoy mismo una
firme
resolucion de
'"f
cada dia mas cristiano.
F l N.
A-