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NOVlEMBRE. DIA XXIV. 373.
que se Hama rel·igion del imperio, era un ridículo conjunto:
de gros€ras -f.ábulas, indigno de que se mirase con el mas·
ligero apre~io~ De~pl:1es de ·úna declaracioa tan ·esforzada
eomo<' preCis~f,~ no: s_~ 'ex~licó a ,trozos· y ' como por pa-rtes·
el furor de D1ocleciano. Mando que al punto le cortasen
~a cabeza en un lugar desierto ó retirado, lo que se exe–
cu(6 el , dia r24 de noviembre del .año de 303. El oficio de'
$~ fie~ta priµ.cipal qu~ .se celebra en qisi todo el Occi.:–
a~nte el c,iia ~4 · de nov1embn;, se hall~ ep el.Sacramenta–
rio de·San Greg.orio c;:on prefacio propio. Pero lo que ha–
ce mas considerable su culto, es la honra particular que
la Iglesia tributa a su memoria , colocándole en el cánon
de la misa entre los apóstoles y mártires de primer ór–
den. O mi Dios! a quien tiene la generosidad de despre–
ciar pródigo la vida par vu·estro amor , vos, que sois la
misma magnificencia ~ se lo recompensais con pr'emfü cen- ·
tuplicado. Los héroes christianos, que son Jos invictos
mártires, reciben una vida de gloria inmortal en la tier–
ra ' y otra de eterna felicidad en el empíreo. . .
1 •
La mi.rit es en po'!8r del Santo, y la Mttcion la que se tigue.
A Désto , Dómine , .ruppli–
catitlníbu.r n9stris: ul, q«I
fX iniquitate no.rtra reos ¡nos
cognó.rcímu.r , beáti Chry–
sógoni mártyri.r tui ~ inter–
ceuióne iiberemur. Per Dómi–
num noslrum, Se.
O YE , Señor, nuestra¡ humil–
des súplic:is para que por la
intercesion de tu .bienq,venturado
mártirCrisógonó se.'lm~s)íbr~s ,d~
las culpas en que nos confesamb•
reos. Por nuestro Señor, &c.
La epl.rtola es de{ cap. 1 o. de la Sabiáurla.
l
.~Us~um i-edúxit Dóminu~ pe;
J vza.r reetá.r ' e t>.rtendtt
illi regnum Dei , g dedit illi
1ciéntiam .ra1ZE1ornm: hone.rtd,–
vit i/lum in labórihu.r ' e
complevit labóre.r i!Uus. In
fraude circumveniéntium il-
1um, illi' e hóné.rtum
fecit lam. Custodivit illum
'ab inimléir ' 8 a .reduEJóribu.r
lut ávit iJlum, {fi cerláme• for-
te
EL Señor ha ~onducido al ju~ '
to por camrnos rectos, y le.
mostró el reyno de Dios. Dióle
la ciencia de los Santos; enrique–
cióle en sus trabajos, y se los col–
mó de frutos. Asistióle contra lps
que le sórprehendian coa enga–
ños, y le hizo rico. Le libró de'.
los enemigos , y le defendió de
los seductores, y le empeñó en
un duro combate para que salie-
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