ENERO. DIA XXVIII.
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"de derramarla por Jesu-Christo; pero la providencia te–
nia diferentes miras, y San Valerio hubo de conformar–
se con sus consejos inescrutables. Saludáronse amorosísi–
mamente los dos invencibles Soldados de Jesu- Christo:
dixéronse palabras de grande edificacion y ternura ,
y
confortándose mutuamente en sus trabajosos destinos, se
dixéron el. último
a
Dios, despidiéndose en este mundo,
hasta la Patria celestial.
San Valerio fue llevado
a
cumplir su destierro
a
un
Lugarcillo infelíz, llamado Enet, distante una legua de
Barbastro en la ribera del rio Cinca , con la mira de
que su espíritu estuviese mas atormentado oyendo las
crueldades que en su rebaño hacian los ministros de sa–
tanás'
y
viendose imposibilitado
a
suministrárles el pas–
to de la celestial docüina. Pero el Santo cónvertia en
su propia santificacion todo el cuidado que no podia
emplear
en el provecho de sus ovejas. Exercitábase en
ayunos ,
penitenci.as, leccion de los libros sagrados, y
rneditacion continua de las divinas grandezas. En estos
santos exercicios pasaba su preciosa vida, esperando por
instante.s que el Señor le librase de los lazos de la mor–
taliqad-·pai:a .ir
a
gozar de sus eternas recompensas·. Lle–
gó ·
a
su noticia, el triunfo que su Arcediano Vicente ba–
bia alcanzado en Valencia, muriendo en la confesion de,
la fé en.tre tormentos horribles que sufrió , no solo con
admirable .constancia , sino con gozo y alegria : pedia
a
Dios que' fuese servido de darle facultades para edi–
fic:a,r
úEia Iglesia en honor del · Santo Mártyr, y oyendo
tan justas súplicas, le concedió este consuelo. No hay
fuerza, no
hay
consejo contra la fuerza y consejos del
Altísimo. En medio de las calamidades de un destierro,
y
de estár el Santo Obispo destituido de todos los so–
corrqs humanos, hubo piedad y valor en los Fieles para
proporcionar al Santo Prelado los caudales que para una
obra costosa y ruidosa al mismo tiempo eran esenciales
y
necesarios. Con este consuelo se avivaron mas los ·de-.
seos que tenia de ver coronado en la gloria
a
quien ha·
bia construido un monumento de eterna veneracion ,1 en
la tierra. Sintió que es taba inuy cercano el
cumplimie~to de sus esperanzas ,
y
habiendose preparado con todo
el fervor de su ardentís_ima caridad , dexó
al
mundo par.a
Vl-