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ENERO~

DIA

XIX.

. Reedificó muchas Iglesias arruinadas,

y

las enrique–

ció con su liberalidad. Fundó nuevos Hospitales , ago–

tando muchas veces su tesoro ' por aliviar

a

los pobres.

El gran m'11nero de Monasterios que edificó, acreditan

su estimacion ,

y

su veneracion

al

estado Religioso.

En

todas las partes de

su

Reyno se veían monumentos

de

su .

piedad. Un

dia

se despojó de todas las insignias de

l;i

dignidad Real,

y

arrojandolas

a

los. pies de Christo cruci–

fi cado, declaró altamente ser su voluntad que la Religion

rcynase con

el

mayor lustre

en todo

el _Reyno de

Di:na–

marca.

Su

Corona Real , que era

de

gran precio ., se

la

rega–

a

la Jglesia de Roschlit, diciendo que lo mas precioso

del mundo

se

debia emplear en adorno de los lugares con-–

sagrados

a

la

Magestad

de Dios ,

y

no en fomentar la ava–

ricia,

y la vanidad de los Príncipes·.

Pero al mismo tiempo que su ardiente zelo en

dilatar,,

y

en hacer florecer la Religion por todo su

Re

yno , le po-·

dian merecer el. renombre de 'Apóstol de Dinamar.ca ;. su

extraordinaria piedad, sus penitencias,

y

su vid

a exem–

plarísima le hacían respetar , como modelo de perfeccion

en

toda

la Iglesia.

·

No pttede admirarse,

ni

'ponderarse bastantemente el

amor que profesaba

a

Jesu-Christo en. el Sacramento Au–

gusto de la Eucaristía. · Pasaba horas enteras· delante del

Altar~

bafíado en lágrimas. Su devocion

a

la Santísima

Virgen era ternísima ;

y

quiso que todas sus festividades

-se celebrasen en todo su Reyno con la mayor solemnidad.

Ocupaba en oracion todo el tiempo que le

de~aban

li–

bre los negocios del Estado. Ayunaba muchos dias-en -la

semana con el mayor rigor ; ;usaba freqüentemente de un

áspero cilicio ;

y

en fin , apenas babia mortificacion

Ó·

pe–

nitencia que no practicase.. En una

palabra~

la

Iglesia

asegura en las Lecciones de su Oficio, que nada omitia el

piadodsimo Monarca de .tqdo aquello qae en poco tiempo

pudiese conducirle

a

la mas elevada santidad.

Pero lo que tenia mas impreso en su zelosísimo cora–

zon, era el empeño de que -reynase la Religion en el de

todos sus vasallos. Con este santo fin quiso obligarlos

él

que pagasen los .diezmos

a

la Iglesia. Para conseguirlo ha–

bia

hecho varias

ten~ativas.,

todias inútiles. Creyó que se

le

.-