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mabañ

'1lmas 1fiendas dé

· c~m:paña r

cubie.t;Nis f; de

1

ramas

~de

árboles. ,, Celebraráse

la

fiestla de ·

lo&.'Pabe:mácuros . ~

dixo–

"Dios

:l.

Moysés, por espacio de siete diás; el primero,

y,

,,el

octavo serán muy célebres

y

muy santos,

y

no 'hareis

'"obra servil en estos

d{Js

dias." En el capítulo octavo del

segundo

libr0

del Paralipómenon se lee'1que ,Salomón, cele.,

bró la dedicacion del

Terrwlo

por siete. días copt\11Uadosi.·

y

que et

octaivo

fue

un dia· c

ele

bérrimo. .

· ·

1

·''

Asegura San Agustín

'f

que

r.el

número ·

de

·ócho es .muy

misterioso en

la

Sagrada Escr

itu

ra,

y

que .comprende

en

sí una idea de

perfeccion~ Pu~s·

asi .

como Dio

s .mandó en

la Ley antigua , que l:as fiestas mas

solenm.es

~eckelobra•

sen poli' espacio

de

siete

días ;

sin 'c

omprende¡

- el ¡princi–

pal dt:! la

fiesta' y que el octavo fuese come dia

de

1

des-–

canso y de reposo ; asi tambien la Igiesia , gobernada por ·

el

mismo espíritu , y siguiendq

la

misma idéa , dispone

q1:Je

sean celebradas con Octavas las principales festivi-

dades. ·,

- ·

.11..

,

..

.

.

Una de

l<l;s Octavas más antiguas en la Iglesia es

la

de

la Ripifanía.' En tiempo de Carlo Magno el dia de

la

Octava era fiesta de precepto , como consta de la Reco-–

pilacion de las Capitulares, hecha por el

Abad-

Anseguise

en el Reynado de Ludovico Pio. El Empeiiadnr Teodosio

ef Junior tuvo tanta devocion aLdia de la Octava de los

Reyes, que ,extendí&-hasta

él

inclusivamente las vacacio-. ·

nes de los Tribunales, como se observaba aún

el dia de

hoy

en

muchas Provincias de la Christiandad. Consta

que

en el siglo decimotercio la Octava de

la

Epifanía era de

las fiestas de tercera clase; es decir,, de aquellas en que

babia obligacion de oir Misa ,

y.

despues de ella se podia

trab·

jar;

.

La Epístola de este

dia

es

la

misma que

en

el ,de la

E pifanía ,

y

se saca del capítulo 60 de

I

aías, en que el

Profeta exhorta

a

Jerusalen

a

que

se levante muy de ma–

ñana pf.lra

~er

'la luz del nuevo ·dia, que amanece para

elJa.

E~

to ·es, como exponen San Agustin ,

y

San Cyrilo;

a

que

salga de las tinieblas de la ignorancia y del error,

y

abra los ójos

a

la

luz de

Ja Fé ,

que Jesu-Christo, Sol

de Ju ricia , la conduce , -siendo figurada por la estrella

que sirvió de . guia

a

los Magos.

·

Muchos

Intérpretes son

de

sentir , que

esta

profecía

se