ENERO. DIA
XHT.
· -155
trincheras. Vuelto después
a
su lglesia
la gobern6
en paz
el re. to de su vida ·, que solo fue de cinco
o
de seis años
desde que se restituyó d
el destierro. logró el consuelo
de ver morir con olor de
santid.ada
la única hija que ba–
bia tenido en su matrímoni
o antes de ser Obispo, y la Igle–
sia
de
Poitjers celebra la fiesta de esta santa Virgen el
dia 13
de
Diciern
bre.
En
fin ,
~espues
de haber seguido
· con tanta gloria
s~1
peposa <;:arrera, aGJbó con
upa_
muer–
te preciosa en los ojós del-
Señot
el,
día i¡3
·de -E nero del
año 368,
a
los catorce años de su . Obispado ,
y
sesenta
y
siete de su edad.
·
Dexónos San Hilario muchás obras · excelentes , que
son
muy
e~timadas
y
aphiudidas de tod0s los Santos
Pa~
dres. Doce Libros de la Trinidad, que comenzó
.~l
añó
de 356,
y
los acabó en· su destierro. El Trataelo tle los
Sínodos, que compuso tambien en el mismo -destierro el
año de
359.
Tres
e~critos
al Emperador Constando con–
tra
los .Arrianos. Quando yolvió del Asia
comp~s~.
un
Tratado contra Wrsacio,
y
Valente, Obispos Arriano ,
del qual solo nos han quedado algunos fragmentos :(otrq
contra Aurencio, tambien Arriano , Obispo de Milán.
Tenemos sus Comentarios sobre San .Matéo,
y
una par–
te de los que escr:ibió sobre los Salmos. Es
tam~ien
Autor
de algunos Hymnos
~
y
1
no falta quien le atribMya el
G~ória
in exoélsis,
y
el Hymno
que
coniienza:
Pange
lingua gloriósi prcelium certáminis.
·
i
)
Desde el año inmediato
a
su
mm~rte
se -
cóme&zó
él
celebrar su fiesta en
la
Iglesia Galicana,
y
-se
trasladó
al dia . 14 de Enero, por concurrir en el
dia
J
3
la
Oc...
tava de la Epifanía. eoriserváronse siempre sus reliquias
en Poiti
rs
,
donde
·eran reverenciadas de
los
Fieles , has–
ta el año de
1562,
en que fu·eron 'ql!lemadas · por la -im–
piedad
de
los Hugonotes. ·
Lo Misa es de la O_ctava de lo Epifanla
,
y
la Oracion es la siguiente.,
DEUS
cujus
Un;génitus
in
.rubttáf'ltia
nostr~
car–
nir appáruit
:
pr~tta qu~su
mus
;
ut
per eum quem
st–
tnilem nobi.t fodr agnóvimu.r,
in-
O
Dios, cuyo
Unigénito
H ijo
se dexó ver en la
tierra ves–
tido
de
la substancia
de nuestra
carne mortal; concédenos
que me–
rezcamos reformarnos en nuestro
m-