D EVO TOS.
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n
las
I
_,1
sías, por los abusos
y
de órdenes que
Dia
XXIV.
-se c
met ian
con ocasion de estas
devociones
noB:ur...
nas;
no se di pensó
á
los Fieles de
la
obligac ion de
orar
á
Di s mas t iempo, de ayunar ,
y
de emplear
una parte de la Vigilia en exercicios de devocion
y
en
bt
e
nas
obra .
La Vigilia de Navidad
es
la
úniea que la Iglesia
h,
conservado
sin
innovar nada;
1a
solemn idad del
dia,
la
grandeza
y
la
santidad ·del misterio pedían
esta distincion;
1
pero que im iedaci, si se profanára
un tiempo tan sagrado con introducciones irreligio–
sas;
y
qué delito no sería profanar con disoluciones
é
irreverencias , enteramente paganas, la sola Vigi–
lia de todo el año que la Iglesia ha querido hacer
pública ,
y
el
tiempo en que nació Jesu-Christo!
jQuántos,
despues
de
haber llenado el estómago de
viandas
y
de vino
en una eolacion, en
que
la tole–
T
ncia de los Prelados permite tomar alguna cosa de
mas en señal
de
alegría,
ó
en atencion al mayor
~ra
b ajo que se tiene esta noche
en
la
Iglesia; q ántos
d.e estos, digo, despues de haber hecho de la
cola–
cion una explendida cena, van despues al Templo
á
dormir
,á
bostezar,
y
aú
á
vomitar; mientras
los
d -
más están dando gracias
á
Dios
por
el beneficio gran–
d e
que
l es acaba de hacer , de venir
á
vivir entre los
h
m res, despues de haberse hecho hombre!
Gg
L a