DE VOTO S.
como tambien los Angeles rebeldes.. Pero María en
su InmaculadaConcepcion estuvo llena de una· santi–
dad que
j~más
perdió·, y que era incapáz de perder-
. la; no por. naturaleza, sino por gracia. Los Apósto–
les fueron confirm.ados en gracia despues de la veni–
da del Es.pírit.u Santo;· pero.además que habian sido
pecadores, no estaban esentos de faltas leves;
al.pa–
so
que María,. desde el primer instante de' su vida,
fue inmutablemente abrasada. del mas puro amor de
Dios, inmutablemente unida· con·su Dios, y por un
p.articular favor· esenta toda su vida de faltas ' aúh
las mas leves. Los bienaventurados en el Cielo están
libres de toda imperfeccion
,-y
gozan de una santidad
incapáz de alteracion ; pero esta santidad no puede
cre.cerr, ni ·ser mas perfeéta; ·pero la de·María siem:–
pre fue creciendo , multiplicandose al infinito , por
decirlo así, todo el tiempo que vivió-
so~re
la tierra.
Esta primera gracia estuvo acompañada de los do–
nes del Espíritu Santo , de los hábitos infusos de las
virtudes morales
é
inteleétuales ;de los dones de pro–
fecía, de.
milag~os
, de inteligencia de las Escritu–
ras en
el
mas alto grado de perfeccion. Las nieblas
que ofuscan el.entendimiento de los otros niños, no
obscurecían las luces del suyo. Su corazon no .estuvo
ocupado desde entonces sino en amar ardientemen–
te
á
aquel divino Esposo de quien debía ser un día
Madre ; y el tiempo que es perdido para
el
resto de
los hombres, fue para ella un tiempo de
m~ ritos
y
de bendiciones. ¡Qué gracia, qué glori:¡ la de María
en es te primer momento! No se puede decir, ni aún
se puede comprehender, lo que la val ió este privile–
gio. Porque,
~qué
progresos no debía hacer en la
san-
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