D E VOTO S.
173
presentarles que antes de hacer una novedad tan
ex-
Dia VIII.
traordinaria, debían
á
lo menos consultará la Santa
Sede, sin cuy permi o no se debe introducir en
la
{glesia novedad alguna.
Me admiro,
les dice ,
que
báyais introducido
una
nueva
fi~sta
que la Iglesia
no
c.eleb1ra.
Convengo
en ·
que se debe honrará la Vir...
gen Santísima quanto sea posible; pero aprobar
y
re- .
glar el culto , sol
toca
á
la
Iglesia.
Por lo
que
ef,
mí
toca; bago profesion de no seguir sino lo que ella
me
ensefia.
La IgJ.esia me dice que honre
el
triunfo
de
su gloriosa Asuncion
á
los Cielos,
y
el día felíz de su
nacimiento santísimo sobre la ti erra. No hay duda
que la Madre
del
Señor fue santificada antes de na-
cer; no es permitido creer que Dios haya negado
á
María los privilegios que ha concedido
á
otros. Pero
á
sola la Iglesia , prosigue el Santo , toca determinar
las fiestas que debemos celebrar. Para autorizar San
Bernardo su delicadeza sobre esta novedad, dice, qué
hasta que la Iglesia haya hablado, nada se puede de.:.
cidir sobre este artículo.
Siendo esto así,
añade,
~qué
razon teneis para celebrar la fiesta de la
Concepcion~
Si
creeis que María fue verdaderamente esenta del
pecado original,
y
por consiguiente que su Concep-
ciones toda santa, no debiais obrar por vuestro pro- ·
pío diétámen , sino·
que
debíais consultar
á
la Santa
Sede. El
SantoDotl:or acaba
su carta protextando que
quanto
ha dicho
sobre este particular,
lo
sujeta
á
la
au tor idad
de la Santa Sede , estando pronto
y
dis-
puesto
á
corregir todo lo
que
no fuere conforme
á
su juicio. Esta docilidad de
San
Bernardo para
con ~
la
Santa
Sede,
~puede
hacer balancear
un
momento
sobre
el
partido que hubiera tomado, si
la
hubiese vis-
to