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EXE RCICI OS
DiCiembre.
ciar las amenazas de los Ministros del Emperador:
Fue por úl timo condenado
á
un destierro,
y
cargado
<:fe cadenas por Jesu-Christo. Sufrió en el destierro to..
pa especie de malos tratamientos , despedazandole
todos los días
á
golpes de varas
y
de corréas.Pero ha..
hiendo sido derrotado Licinio por el gran Constanti–
no, volvió tr iunfante
á
su Igles ia,
y
su viage fue una
série continuada de insignes conversiones
y
de mila–
gros.
.
Si se mostró tan zeloso contra los ·Idólatras, no lo
fue menos contra los Arrianos. Asistió al primer Con–
cilio N iceno ,donde resplandeció como uno de los mas
generosos Confesores de Jesu-Christo,
y
como uno
de los mas grandes Prelados de la Igle ia. El número
de los milagros que Dios obró por su intercesion, es
tan prodigioso,que con razon se ha llamado en todos
tiempos el Taumatúrgo de su ciglo. San B\Jenaven-
- tura escribe que resucitó en Mira dos Estudiantes
que habi'.ln sido asesinados. F l mismo milagro hizo
con tres ninos que habían sido cruelmente degolla–
dos,
y
cuyos cuerpos habían
sido
encerrados en una
cuba. E st<? es lo que pretenden representar los pinto–
tes, quando le pintan con tres nifios pequeños
á
sus
lados. En una terrible hambre se vieron" multiplicar
entre sÚs manos los pequeños ped zos de pan , hasta
saciar una muchedumbre inumerable de pueblo.
Su caridad para con todos los desventurados, fue
~i'empre
en parte el caráB:er
y
di tintivo de este Sanco
Obispo.
Estando un día con tres Maestres de Campo
á
la puerta de
la
Ciudad, le vinieron
á
decir que se
ib
á
executar la muerte en tres Aldeanos inocen tes.
Corre al lugar donde debía hacerse la execucion, en-
cueo-