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EX E Re I e 1os
JuniG.
,pi0.
Cómo•
~e.s.delue_go se _descubrió ví?lertta la en–
fermedad, p1d10 con mstanc1a se le admm1strasen los
Sacramentos,
y
los recibi6 con tanra serenidad
y
con tanta devocion, que sac6 las lágrimas
á
todos
-los
circunstante~.
Acord6se entonces de que varias
wces le h:1bial1 dicho que
á
la hora de la muerte ha–
bía de tener escrúpulo de sus excesivas penitencias,
y
.suplic6 al Padre Reétor asegurase
á
todos que es–
te punto no le daba el mas m\nimo cuidado,
y
que
solo .sentía no haber podido conseguir licenci.1 de los
Superiores para hacer muchas mas. Declin6 clespues
su enfermedad en una calentura éética, que parece
solo le. dilat6 algo mas la vida para que nos dexáse
·mas exemplos de virtud,
y
para qu.,e con lo,s nuevos
.trabajos acaudaláse mayores 1,11erecim¡entos.,
O.yen·
¡;\o, decir que las enfermedades .. epidémicas '
que
rt;y;
)!aban iban degenerando en peste , pidi6
licer¡ci~
al
Eadre General para hacer voto de asistir
á
los, apesta:
pos , si Dios le diese salud ;
y
obtenido el permiso,
hizo 1el1_vqto ,con nuevo fervor.
·
Los Cardenales de la ·Rovera
y
Gonzaga , sus
parientes , que le visitaban con freqüencia , no acer–
ta\;>an á separarse de él ,
y
salían siempre con el
co:
Jazon penetraqo de ¡,lo\or ,
y,
s,ensiblemente movido
~on
la devota impres.ion que .hac\an , en todos
~u.s•
p;l;
labras. No pudiendo disimular
el .
consuelo que sen·
tia
su alma de verse n¡orir Jesuita , todas las veces
que le v¡sitaba, el Cardenal G,0t1zaga le repetía !as
gracias por los buenos ,ofi.cios
.qu~ ~abia
hecho para
all~nar
las dificultades que se
opoqi~n
á
su vocacion.
,Tenia siempre en la mano un Crucifixo ,
y
una Ima,
gen
~
la
Santísim.~
Virgen
delante
~e
los ojos, Ha,
·
· bie11,