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DEVOTOS.
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dos'>
é
insensibles
á
todas las inspiraciones de la gracia! Dia XIX·
Debes precaverte contra un mal tan peligroso
y
tan
comun ; desconfia siempre de la dureza de juicio en
punto de devocion ; nunca
~e
aferres en tu diétámen
contra el parecer .de tus· D1reétores , de tus padres
y
Je tus amigos; guárd.ate bien de que tu capricho '
sea efeéto de la falsa conciencia. Nunca te persuadas
á·
que no hay inconveniente en id la comedia y
á
la
ópera;
á
que pu.edes sin escrúpulo concqrrir
á
cierras
parages donde col'Te peligro la inocencia;
á
que no
hay inconveniente, ni tiene misterio el pasar en
el
juego los diás-
y
las noches. ¡Qufotas veces te parece
estás obligado
á
encolerizarte; á mostrar
tu
mal hu-
mor
á
tod.a: la familia , execU:tar con poca espera
y
con no mucha piedad á tus acreedores' Yesa aspe-
reza con que tratas á tus dependientes ¡no será
tam~
bien efeéto de una falsa conciencia! Si eres Eclesiás·
tico ó Religioso, ¡no te dispensas con demasiada fa-
i:ilidad en ciertas obligaciones! ¡Y no vives quizá
muy errado, pareciendote que puedes con buena
conciencia usar de tus rentas como usas de ellas ,
y
aplicarlas
á
lo que las
~plicas?
¡Tendrás motivo para
estár muy asegurado
de
que cumples con la obliga-
cion del Olicio Divino• rezan<lole con la indevocion
con que
le
rezas? ¡Y te podrán aquietar mucho los
.füvolos pretextos con que te excusas de celebrar
el
santo Sacrificio de la Misa!
Es
cierto que una con-
ciencia desembarazada áutoriza todos estos defeétos;
¡pero te hará por eso menos culpado en cometerlos?
Remedia sin dilacion estos des6rdenes.
2
Guárdate mucho de buscar muy de prop6sito
Direétores lisongtros y laxos, Confesores (6modos,
Pro-