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SANTISI1VIA
'V1RG'.EN.
411
·,
zo
hombre ' fuese da<l'ó por presa
a
l~s
gusa.,s ',
y a
la
corr,uptfon; solo el pensarlo me estremece;
y
horrdriza.
rQuién podría imaginar' quién osaría. creer' dice el mis–
mo' San Agustin, que Jesu-Christo que conservó
la in–
tegridud de Ja Madre durante su vida, no la habia
ce
pre...
.servar de la corrúpdon despues de su muerte ?
Il/1Jd
sa- 1
&ratísimum córpus, in quo.
Chr~stus
carnem assúmpsit , es-
.
cam
vérmibus tráditam, quia sentlre 'non vdleo
,
dicére
permitésco. iQuid hoc est?
i
ln
vita Chr·istus Matrem
fntegram servdvit,
&
in
morte
itUus córpus incorrúp–
tum non serváverit?
i
Por ventura le era mas dificil con–
Bervar la integridad .de su Madre viva , que preservar- ·
la
difunta de la corrupcion
?
Y
si el
cuerpo de · los
predestinados debe estár enteramente en el Ci'elo ;
i
se
puede imaginar ·que ell sagrado cuerpo de su Beatisima
Madre habia de quedar
has~a
eli
fin· de. los ' -siglos 'sobre
la
tierra'?
i
Este tDivifio Salvador ··
qú~
,hace se honren
en rodas partes los ,,huesos
y"
cenizás
de
sus siervos ,
y
que
~utoriza
con tantos prodigios el culto que se
les
dá,
dexaria las reliquias de
su
Santísima Madre en
Ja
obscu-'
ridad ,
ert
el ólvido
yr
sin' culto? ·Pues
esto~ucede1~ia
, .si
este santo cuerp0
1
ffübiese ''<}Ueaado •sdbre .
la
tiérra; si ·no·
se hubiera dado prisa el Señor
'ª
'ponerlo
en
el
Cielo.
¡Qué felices somos, dicen todos los .Sapros Padres,
en
tener en el Cielo una ta1 protéétora , una
tal abo–
gada que t!ene en sus ·manos
tod0s
los
te'.soros de . Jas
miserícordias del Señor , . como dice· e
'B'.
Pedro ·Damia–
no
!
In mán'ib'us eius sunt thesáur{ miseratiónurn
D01'11i11i.
Se
puede decir que desde los primeros siglos
de
la
I~le
sia han mirado los F,ieles el misterio de la gloriosa Asun–
cion de
la
Santísima Virgen· al Cielo , como ttna de las
ll?ªs
~élebres
y
más solemaes
festividades de la Iglesia.
Vei-s
aqu~