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'LAÜCl'AVA
EXERCICIOS
JACULATORIAS.
Usque1uo, Deus, improperáhit inim Ícus?
Salm. 73.
<Hasta
qu.ando,
Dios
mio,
sufrirás
que tus
hijos te
ultrajen aún mas
que
tus
enemigos?
Domttm tuam decet sané1itÜdo, Dómine, in longi–
túdinern die..,,.um.
Salm.
92.
¡Qué culto tan santo
y
tan devoto no te se debe dar,
Señor , en
tu
propia casa
y
en
tu
presencia!
PRO POS ITO S.
1
SE
cree,
que Jesu-Christo
estÍ re"lmenta
present~
en la Eucaristía; se cree que nues–
tras
lgle:tias son el
Sanruario
de
la
Divinidad;
se mi–
ran
nuestros altares como el Trono
de
Dios
vivo;
<y
no se tiene sino disgusto de este pan divino?
¿_y
se está sin respeto en el lugar santo,
y
se comeren
todos los
di.asmil irreverencias en nuestras Iglesias?
«Y
todo esto·lo hacen unos Christianos, que están
prontos , dicen ellos,
á
dar su s!ngre por
la
fe
de la
presencia real de
J
esu-bhristo en la Eucaristía? Es–
to es lo que no se puede comprehender;
y
se rendria
vergüenza de imaginarlo
y
de creerlo , si nuestra
propia experiencia, si nuestros ojos no nos hiciesen
ver todos
J.osdías estos monstruos de irreligion. Pe–
netrado de un vivo dolor, al acordarte de
tu
indevo–
cion
y
de tus irreverencias ,
y
tambien de las de los
otros, no acabes esta Oél:ava sin desagraviará
J
esu–
C~risto
de tantas indignidades. Comulga
hoy
par.a
re-