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EXERCICIOS
LA
Frns- ñado ; esto debeis enseñarles ,
y
esto mismo deben
TA DE
LA
ellos praél:icar para ser eternamente felíces.
Ecce
ego 'Vohíscttm .wm, itsque ad consummatiomm
stecu~
li
:
por lo que
á
mí toca , estaré. con vosotros en to–
do tiempo hasta la consumacion de los siglos.
La
rnision de los Apóstoles, limitada hasta entonces
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pueblo judáyco, se extiende aqui
á
todas las Na–
ciones :
Docéte omnes gentes.
Nótese que aunque
los Apóstoles hubiesen recibido orden de ir
á
pre–
dicar el Evangelio
á
todos los pueblos del mundo,
así
á
los Paganos, como
á
los Judíos, creyernn no
obstante
que
no debian , hasta pasar
algun
tiem–
po, predicar fuera de la Judéa; este modo de por–
tarse se les inspiró
el
Espírim Santo , que les go•
bernaba. Aguardaron
á
que
Dios les determináse
á
hacerlo por alguna señal extraordinaria , como
fue
la
descension visible del Espíritu Santo sobre
el
Centurion Camelio:
Ecce ego 'Vobíscum s11m,
zucp1e
ad
consummatiónem steci1li:
Veis
aqui
que estoy con
vosotros hasta la consumacion
de
los siglos. Estas
palabras son una promesa la mas expresa de la per–
petuidad de la Iglesia. Oblígase
J
esu-Christo
á
ser
siempre su cabeza
inv~sible,
y
á
dar
á
los Apósto.
les
y
á
sus Succesores todos los socorros necesarios
para el cumplimiento
y
desempeño
de su
ministe–
rio.
Todas
las seél:as heréticas se
han
disipado unas
despues de otras,
y
la
Iglesia Católica las ha hecho
frente
y
las ha resistido;
á
todas las
ha
visto na..
cer,
y
á
todas las ve morir;
no hay
m1a que so–
breviva en cierto modo
á
su Autor ; ninguna que
no esté alterada en
la
mayor parte de sus pumos
esenciales ,
y
que no
padezca
mil variaciones des-
pues