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D E VOTO S.
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o
N
nEsPuEs n1:
DE LA
MISERICORDIA
DE DIOS
para con los pecadores.
PUNTO PRIMERO.
C
onsidera que no
hay'
al
parecer' cosa
que el
Salvador nos haya querido persuadir tanto,
como
la
misericordia
y
mansedumbre con que mira
á
los pecadores ; su Encarnacion , los misterios
de
su Pasion y de su Muerte, sus discursos, sus expre–
siones, las .parábolas de que se sirvió, todo nos pre–
dica, todo nos demuestra esta misericordia , y esta
predileccion , por decirlo así, para
con
los pecado–
res:
Non 'Veni 'Vocáre justos, sed peccatóres.
Su
mi–
sericordia es el mas glorioso de sus atributos;
y
aún
puede decirse que es el atributo de que mas se pre–
cia:
Miseratiónes ejus .rup-er ómnia ópera ejus.
En
efeél:o,
<
qué cosa mas pasmosa que el que un Dios
haya querido hacerse hombre , para salvar
á
los
hombres que se habian
·"°
ido por el pecado?
Comprebende , si es posi e, el in omprehensible
misterio de la Encarnadon ,
y
comprehenderás la
inmensa grandeza ,
y
la incomprehensibilidad de su
infinita misericordia. Pero se puede decir que en
ninguna cosa se descubren mas bien los te·soros de la
misericordia de nuestro Di0s , que en las parábolas
de que se sirvió el Salvaaor para pintárnosla ,
y
en
el
modo du
lee
y a
fa
ble que observó con todos.
Si
hizo
el
retrato del pecador en
la
persona
del hijo
pródigo,
tambien
se
pintó
á
s\
mismo
en
el
m~do
1m-
PASQUA.