..
'DEVOTO
S.
Jesus re11usa beber 2 Porque en qttanto a.los azotes,
en
qnanto
a
los
oprobios ,
a
la Corona de espinas,
los Clavos,
la
Cruz, había largo · tiempo que todo .
esto
era el objeto de sus mas ardientes deseos , para
que se
convittie~a~
en un objeto <le
h~ror
, y le cau–
saran una repugnancia tan horr.ible;
y. ~sí'
la
causa ~
de su tristeza
y
de su disgusto , no ·puede ser otra
que
la pérdida de Judas, la reprobacion del Pueblo .
Judayco, la pérdida de tantos réprobos, mis propios
pecados
y
mis desórdenes.
·
' .
.
S~,
Señor ,mis desórdenes,, los
qua!e~teniais
Vos.
entonces presentes' en vuestro e píritu ;
os
afligian
tan excesivamente;
~pero
no
os
consolaré yo jamás
con mi conversion
y
mi padeneiar?.
-¿
s~
reducirá
ro–
cla
nú
religion
a
quatro ligeros
sentimi~nt?s_ de GOlTI~
pasion, quando contribuyo tanto
ton
mis pecados
a
aumentar vuestra tristeza
2
~y
estas reflexiones que
hago ahora'
y
que debo
a
los
m~riios
de esa pre–
ciosa Sangre en que
os
veo envuelto, no se con–
vertirán en un nuevo motiv9 de <::ondeñación para
mí ,
si no me aprQve_cho de ellas? Un Apóstol per–
vertido es quien entrega
a
Jesn-Christo ,
y
quien
lo
entrega con un beso-. ¡Ah, Señor
!
¿En
q~1é
.lqgar,
en qué estado tendremos una pfr,feéta; seguridad,
mientras estemos sobre
h
tierra·
2.
~Y
qué pt?etext0
habrá
jamás para que no temamos'
2
i
Oh ,
y
qué
difi~
cil,
qué rara es la conversion de un Discipulo,
de
un Apostol
!
¡
·~é
dificilmenre
vüelve
de
sus
de.sbar–
ros nna alma , 'que ha
se·vido
a
Dios,
q~e-
ha
gQ~~
tado
de
Dios,
y
que
se
extravía,
y
cae
en
_pr,ofum.k:)~
precipicios.
·
,
.
No
permitais ,
DiYino
.SalvadQr
mio ,
que
me
sn;
·
ce-
Sa·nto.