221 / 426
·
DEPOTOS.
109
te to ,
dice
eI Señor por boca de su
Profeta ,
os pro-
Santo.
tl"'
ro,
y
O!.
declaro, que habeis sido vendido por cau-
sa de
vuc
tros pecados ,
y
que
vuestros delitos
me
han obligado a repudiar
a
vuestra madre. Isaías , ha-
blando en persona de Jesu-Christo , Ctrenta luego
los
impíos ultrages ,
y
las inaudÍtas
y
barbaras cruelda-
des que han exercitado con
él.
Una descripcion pro-
forica tan individual, y cuyo cumplimiento
se
vió tan
laranwnte
en la adorable persona del S:tlvador el dia
de su Pasion ,
ta descripcion,
digo
,
hecha con tan–
to estudi
y
puntualidad , n
es
sin míst
o. El Pro–
fc
ra , o
ma
bien
Di
s
por su Profeta , qui
dar
a
en–
tender 'que lo que determinó por
fin al eñ
r
a
rom–
per
u
alia11za con el Pueblo Judayco,a no mirarlo co–
m
a
u
Pueblo ,
a
desecharlo,
a
reprobado ,
ya
re–
pudiar 1 la Synag ga , fue
1
m d
indigno , infame,
cruél, con qu trat:tron al Mesías,
3.
quien no qui.sie–
r n
ír
ni re ibir , on quien exerdtaron los ultimos
ulcr.
,
ya
quien
hi
ieron morir en una Cruz.
Dómitius Deus
apéruit
mihi aurem
,
ego autem no11
contradfco:
El Señor, mi Dios, me abrió l oído, e to
es
,
me reveló un gran misterio,
y
por mas i'llcreíble
e
incomprehensible
que
me haya parecido,me he ren..
dido
a
su voz,
y
no le he conrradecido. Este misterio,
tan
p
o erj imil,
y
que
se
le hacía tan duro de creer
. l
r feta , eran los sangrientos ulcrages que los Ju–
dí
ha
1.
n
de ha er un dia
al
Mesía tan ardiente–
mcnt
p
~ido
,
y p
r canto tiempo esperado. N
po–
dia
mpr
h
nd r lPr feca,c
m
loqueDi
lehabia
r
velad del
e
rm
nt
s
y
d
1:1
Pa i
n
del Salvador,
pudie e jamás u
er · tan opuesto le parecía a la ra–
z n
:.t
la
r
ligion
a los
verdadero~
intereses
de
l
Tom.
III.
Dd
nu
~