A BR 1L.
REFLEXIONES.
Es
el ot·gnllo un achaque
tan
comun ,
y
tán
popubr
·con1o todas las enfermedades corporales. A todós se pega,
y
á todos acotnete; y aunque es
verd~d
que en la Corte,
Y,
en el Trono reyna con tnayor fausto,
y
con mas pom–
poso aparato; pero no pocas veces domina con no menor
imperio en el desierto, entre el saco, y debaxo de la ce·
niza. Dícese que el orgullo es una especie de hincha_zon,
porque el que le padece se in1agina que ocupa n1as lugar
o'el que ocupa efectivamente. No hay enfermedad mas
f.:1-
cil de curarse, y ninguna hay de que ménos enfermos se
curen. Un poco de reflexion .sobre la naturaleza del
rr1al,
y
sobre las cosas que le irritan; un poco de entendhnien–
to , una razon natural n1edianamente despejada bastan
para descubrir la inanidad , la ridiculez de nuestras vanas
i.deas. Es un
pas·on que parece lleva consigo n1isn1a
el
contra veneno.
Eres va110, fiero, altivo, soberbio. Pues pregúntate al–
guna ve
á
tÍ
mis
10,
(por qné 1notivo lo
eres~
La mis..
n1a causa de nnestra vanidad nos llenará de vergüenza, si
tenen1os un adarme de entendimiento ,
y
una pizca de
religion. La n1ayor parte de los hon1bres ,
pe.~o
especia{..
mente de las mugeres, no hallará otro principio, otro
orígen de la demasiada merced que se hacen á sí mistnos,
y
del desprecio con que tratan
á
los demas , sino unas
razones , que ,
ó
son fuera del asunto ,
ó
si tienen algu..
na fuerza ' unkanlente es para corrernos ' y para aver–
gonzarnos.
La nobleza, cierta distincion , cierta clase en que nos
coloca una dignidad, un etnpleo; un tnagnífico tren; ves–
tidos ricos, galas ostentosas; ün quarto preciosamente alha
jado, n1uchas rentas , un entendimiento perspicaz, vivo,
brillante ; gran fama , meter ruido en el mundo ; una
hermosura qne encanta, que embelesa, que arrastra,
qu~
conquista. Estas son b.s cosas que n1as de ordinario pro...
du.~