Table of Contents Table of Contents
Previous Page  207 / 554 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 207 / 554 Next Page
Page Background

DI A

XI.

193 .

nera como idólatra. Sus preceptos son leyes , stfs reglas son

decretos , sus decisiones son oraculos.- Resistirse á obe- .

decerla , es amotinarse contra .Dios. No se

da

paso fuera

de su aprisco que no sel un riesgo,

y

un precipicio. Aquel

Lean rugiente , que anda al rededor de él ,

b~1scando

á

quien despedazar con las garras , y

á

quien devorar con los

dientes , en viendo una oveja fuera del redil , al punto la

despedaza.

Esta Iglesia tan divina en su orígen , tan sobrenatural

en sus dogmas, tan santa en sus máximas, tao respetable

en todas sus leyes, no es otra que la Iglesia Cathólica,

Apostólica , .Romana, fundada por

J

esn-Christo , extendí..

da en todo

el

universo por los Apóstoles, cimentada, por

decirlo asf , con la sangre de mas de diez y ocho tnillo–

nes de Martyres , ilustrada con las brillantes virtudes de

tantos Santos ,

á

la qual privativa , y únicamente dexó

Christo su espíritu ; la qnal sola no teme al Infierno ,

y.

en-

sola la qual se hallan , y se pueden hallar los verdade–

ros fieles. ¡Qué dicha ! ¡Qué beneficio haver nacido en su

seno! ¡Haver sido criado· con su leche! ¡Poder caminar

~guramente

a

[;

vor

e.

su indefectible luz! ¡Pero qué des–

dicha! ¡No da · oidos

á

sus voces! ¡No ser dóciles á su

voluntad! ¡Y dexando sus caminos, abrirse nuevas sendas,

y

caminar por ellas a ciegas ' y sin guia!

Volvamos los ojos

a

esa confusa multitud de Sectas,

en las quales no hay mas que un fantasmon de Iglesia,

una mascata de religion ' una ley orgullosa' extravagante,

quimérica , y de capricho : obra de la indocilidad del es–

píritn humano, y digno fruto de la falta de rendimientv,

y de sujecion a la Iglesia. Ninguno se hizo jamas sordo á

sus voces , que al punto no se hiciese tambien ciego. No

se hace mudo; pero parece que solo sabe hablar para ha–

cer notori?

á

todos quanto se ha descaminado. ¡O! ¡qué

(tigno

de compasion es el hombre abandonado á su pro–

pria razon , y a su orgulló!

~Puede

el infeliz ser entrega–

do en · manos de mas peligroso

enemigo~ ~Puede

fiarse

á

peor,

a

mas deslumbrada

guia~

Admirámonos de que

haya sistemas tan tuonstruosos , y tan extravagantes en

Bb

pun-