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EXE(]\_CICJOS
. f
ner0.
· una gran luz,
m.asrefplandeciente que el mifmo Sol,
.
la quaf
le
rodeó
aél,
ya
todos los que
le
acompañ'aban-.
'·
Al punto cayeron codos en tierra aronitos
y
deslum_~
brados ;
y
Saulo oyó una voz , que le dijo en ·Hebréo¡•
Saulo, Saulo, por
q11é
me
perfigues?
En vano tiras có'I'
ces contra el
ag~ijon.
Entonces preguntó Saulo, mas
amr–
dido
:~eñor,
quién fois vos ?
Y
le refpondió el Salvador :
lo
foy]
efus,
a
quien
tú
perjigues.
Fuera de sí Saulo al
.oír
efta refpuefta , repl icó temblando de turbacion
y
de miedo:
Señor, qué
quereis que
haga
?
Mandó le
el
Salvador que
fe
levamáfe ;
y
aunque le remitió
a
otro
para que füpiefe de él lo que era voluntad füya que
hiciere , no por efo dejó de darle
allí
mifmo una
idéa
general
y
confofa de lo que havia de padecer.
,, Le:–
,, vanrate, le dixo ,
y
efiare en pie , porque ,
Y
o
r.nehe
,,
~ej ado
ver de
tÍ
para hacerre Miniíl:ro
y
tefügo ,de la,s
,, cofas que has vi íl:o ,
y
.de otras que te manifeftaré.
,, Saquéte de las manos de efte pueblo ,
y
de las nacio–
" nes'
a
las quales te envio ahora' pa ra que abriendo–
,, las los ojos ' pafen de las tinieblas
a
la luz'
y
del
im–
" perio de Satanás al de Dios ,
y
para que reciban la
,, remifion de fos pecados ,
y
la herencia de los San–
·, , tos, por medio de la Fé que hace creer en mí.
Mientras plfaba todo efi:o, los que iban en compa·
fi ia de Saulo , levantados
yá
de la tierra , eíl:aban en
pie atonitos
y
fufpenfos .
Oían
una voz , pero no veían
al que hablaba. Haviendofe cambien Jevanrado Saµlo,
aunque tenia los ojos abierros, nada veía. Fue mencf–
ter guiarle de la mano para conducirle
a
Damafco. Me-
rie ronle en cafa de cierro vecino , que fe llamaba
Ju–
. das, donde eftuvo tres dí as ciego,
fi n
comer, ni beber.
Vivía
a
la fazon en Damafcoun difcípulo de Chrif–
to,