ff:> EVO TOS.
)' de tos
re?'petos con que os miro , todo debe ceder
a
Dia
IX.
fus
ordenes )
y a
fu
divina voluntad.
No replicaron palabra Maria
y
Jofeph;
y
conocie–
ron que
FlO
ha vian comprenclido el myflerio quando fe
~Rigieron
canto por fü aufencia. Sali6 del Templo el Ni–
ño Jefu s,
y
fe vino con fus Padres
a
Nazareth, donde vi–
vió retirado
y
defconocido, fin que fe fepa en particubr
cofa alguna de las grandes acciones de virtu d que
p r.:i c~
ticó. Solo quifo fe füpiefe que profesó fi empre una ren–
d ida obediencia
a
Maria
ya
J
ofeph, para darnos
a
enten–
der la excelencia de eíl:a importante virtud,qne compre–
hende todas las demás. Es humilde, es mortificado, es
piadofo , es c:oníl:ame el que es verdadero obedi ente.
Añade el Evangelio que.conforme iba creciendo
en edad, iba cambien crec iendo en gracia ,
y
en fabidu–
rÍ;l.
Es
c.ierto que
fu
alma infinitamente fama , infinita–
mente Slbia por la union
a
la perfona del Verbo ' no
podia crecer mas ni en fabiduría ni en grac ia; pero quifo
dár eíl:a be lla , eíl:a importante leccion
y
documentq
á
las perfonas que tratan de virtud; advirciendolas que
cada dia deben ir aprovechando , adelantando
y
cre–
ciendo en graci a
y
en virmd debme de Dios ,
y
de
lo~
hombres; porque el confervarfe íiempre en una media–
nía , quando cada dia fon mayores los auxilios, dege-
néra prefto en tibieza, de la qual fe pafa
a
la cofiumbre:
y
en el camino del Ci elo el que no adelanta , anda
acia arrás. Virmd que no hace progrefos, es como arbol
que no crece ,
y
~l
cabo fe
fec~ .
.
_
No es marav illa que no fe
encuentre~
Jefü-Ch riíl:o
entre la tropa, porque Dios no fe halla entre el mmulro,
ni emre la muchedumbre,
a
menos que el mifmo Señor
no
nos
mera entre ella:
y
aun entonces es meneíl:er
qlle
ca~