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Lcis Ta!üÑífos
_DE
LA
GiAciA~
4lif
Fenix
ae
nueftro A_eocalyp6) re-
can
Ja
virtud
de la
pureza :
Amif~
·pcntinamentefe
áefaparedo,
fin
t~1
Sto/is albis,
por puros,
y
caf-:
conftar, ni del
uno,
ni
del otro,
tos
fe bol
vieron inmortales.
Si.;
que pagaffc el mortal
tributo
de gamos,
pues ,
ellas claras ,
y
pre~
los hijos de.Adao
?
Hallaremos claras
Vander~s
de Ja pureza, vií–
por rcfpuefta
comun ,
que
fu-e
tiendo las Efiolas de candor por
por
Ju rara puréza. De los Sol-
divifa , para
que dexadas
lc¡s Ca.;
,_...-dolr,
.que
fegu~n
al
Cordero~
pitan\as
negras ;
y
denegridas
de
dixo
el mifmo .San
Juan, que les
la lafcivia ,
comparezcamos
Gn
enjugaría -
el Córdero
las
lagri-
manchas delante del Trono del
Jnas,
y
que
no. -fe les
-atreveria
-·Cordero
Inmaculado en
fu
Gl~'!
mas
la muerte:
Et
~bft1,-get
omnem
ria :
Atl tquam nos
perduc&t~
l,ichrym11m,
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'110rs
; ultra"º"
1ril;
Dominus nojler
Jes'Cls_
porque como
e'ftaban
reveftidos
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blancas
E.~ola~,
que..
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