e
LIBRO 1 DE LOS MACABEOS.
eius , et mensam propositiSXJis,
et libatoria , et phialas , et ( nor–
tariola aurea , et velum , et co–
ronas , et oroamentum aureum
quod in facie Templi erat : et
comminuit o¡pnia.
24
Et accepit argentum , et
aurum , et vasa concupiscibilia:
et accepit
thesauros
occultos
quos invenit : et sublatis omni–
bus abiit in terram suam.
25
Et Íé."Cit
caedem homi–
num , et locutus ese in superbia
magna.
26
Et faétus est planétus ma–
gnus in Isra.:l , et in ómni loco
eorum:
27
tft .
ingemue_ru~t
Prin;i–
pes et semores : vtrgtnes et Iu–
venes infirmati sunt : et specio–
sitas mulierum immutata est.
28
O
nis maritus
sumpsit
Iamen•um : et quae sedebant in
Choco
ma ritali,
1
geban~:
29
Et
comm ta cst e11ra su–
per habitantes
in
ea , et un·ver–
sa domus
acob
induit
confusio–
nem.
30
Et post duos annos die–
rum , misit Rex Principem tri–
butorum in Civitates'""Iuda , et
venit Ierusalem cum
turba
ma–
gna.
3 r Et locutus estad eos verba
pacifica in dolo: et crediderunt
ei.
3~
Et irruit super Civitatem
e
•
AlmiNcU.
O tros :
Iucenrario.r.
s
.Esre era el segundo ve lo que cu–
bria
la~uerra
del Templo o lugar santo;
porque dexa ya nombrado el
primero
y mas interior
,
que estaba a la puerta
del
Sanéla Stméloí>itm.
3
La palabra Griega
vu¡.t<j>(o~
significa
el r(cim casado ,
o que estaba p ara ello.
la proposicion ,
y
las tazas ,
y
las copas, y
los
morteros ' de
oro , y
el
velo
2
,
y las coronas,
y
el ornamento de oro que es–
taba en la . fachada del Templo:
y
todo lo hizo trozo .
241
Y tomó la plata y el oro ,
y
los vasos preciosos: y tomó lo
thesoros que halló escondidos : y
llevándoselo todo se volvió a su
tierra.
25
E hizo grande estrago de
hombres , y habló con grande
soberbia.
26
Y
hubo grande
duel~
en
Israél , y en todos los Juga res
de ellos:
27
Y
gimieron los Pr!nci pes
y
los Ancianos:las doncellas
y
losjó–
venes quedaron sin aliento: y cam–
bióse la hermo ura de las muge res.
28
Todo marido
3
tomó luto:
y
las que estaban sentadas en el
lecho oupci
1
4 ,
lloraban:
29
Y
co movióse la tierra a
causa de los que moraban en ella
s:
y toda la casa de Jacob fué cu–
bierta de confusion.
fh
30
y cdespues al cabo de dos
años, envió el Rey al Superinten–
dente de los tribt:tos
6
a las Ciuda–
des de J udá, y vino a J erusalem
e
con grande acompañami ento. '
31 Y hablóles a ellos
palab~as
de paz con artificio: y creyéror le.
32 Y se dexó caer a deshora
il
4
Las esposas, en el mismo sentido.
5
De los males y calamidades que
veían padecer a los que moraban en ella.
6
Este Superintendente de los tributos
era Apolonio
,
el qual vioo con veinte
y dos mil hombres , y con 6rden de
pasar a cnchillo a todos los que fuesen
de edad varonil.
Lib.
11.
Cnp.
v.
24.