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C A P I T U L 0 I J. 159
23 Se enim magni–
tud i nem , sic et miseri–
cordia illius cum ipso est.
23 Porque segun su grande–
za , as! tambien su misericordia
es con el.
C A P I T U L 0 I I I.
De la honra qu~ es dibida a los padres. Per ade a la humi!dad y ·
mansedumbre. Exhorta a que huyarnos de la curiosidad en ~ inte–
ligencia de los divinos Mysterios. Ultimamente encomienda la mise–
ricordia y compasion para con el prdximo.
1 Filii sapientiae , eccle–
sia iustorum : et natio illorum,
obed ientia et dilecrio.
2 · Iudicium patris audite, fi–
Jii , et sic facite ut salvi si–
tis.
3 Deus enim honoravit pa–
trem in :filiis ; et iudicium ma–
tris exquirens , :firmavit in :fi–
lios.
4 Qui diligit Ileum , exo–
rabit pro peccatis , et contine–
bit se ab illis , et in oratione
dierum exaudietur.
5 Et sicut qui thesaurizat,
ita et qui honorificat matrem
suam.
6 Qui honorat patrem suum,
iucundabitur in :filiis , et in die
orationis suae exaudietur.r.
:r Como si dixera: L os hijos Ieg!timos
de la sabidurfa forlJlan la Congregacion
de los justos , porque aman la justicia.
2 AGUSTIN ley6 : Nati illorum.
Su ! ' SU naturaleza ; lo que uni–
camen te siguen , y a lo que enteramen–
te se aplican, es a obedecer y amar -a
Dios y al pr6ximo por 6rden .
3 Los documentos , avisos y precep–
tos.
4 Y honrad a vuestros p adres , de
) I Los hijos de la sabidurfa i:_
soncongregacion dejustos:y laNa–
cion de ellos 2 , obediencia y amor.
2 Hijos , escuchad el juicio 3
de un padre, y haced de rnane–
ra que seais salvos 4.
3 Porque Dios honrcS ai pa–
dre s en los hijos ; y demandan–
do el juicio de la madre 6 , le a–
tirm6 sobre sus hijos.
4 El q ue a ·Dios ama 7 , al–
canzara perdon por los pecados,
y abstenerseha de ellos, y en la
oracion de cada dia sera oido.
5 Y corno el que amontona
thesoros, asi es el que honra a
su madre.
6 Quien honra a su padre,
aiegrarseha en sus hijos , y en el
dia de SU oracion Sera oido.
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m que consigais la salud temporal~
v . 7. Deuter. v. 16. y despues la eteroa.
s D a ndole una auto ridad sob~ los
hijos semejante a la suya.
6 Y ze loso de la autoridad de la ma–
dre que le di o sobre los hijos , quiere qu_e
estos la respeten y obedezcan.
7 Ya sus padres, porqoe asi se lo man·
da Dios. EI Gr. o 'rt/J..WV 7ra.-r€pa., el qu~
honra a su pad1·e. Este es el precepto
primero a que D ios afiadi6 una promes_a.