122
EL LIBRO
DE
LA SABIDURIA.
16
Deinde
interveniente
tempore , convalescente
iniqua
consuctudinc , hie error tam–
quarn
lex custoditus est , et
Ty–
rannorum
impcrio colebantur
figme nta .
i
7
Et hos quos in palam
homines honorare n\.>n poterant,
propte
1
r hoc quod longe essent,
e longinquo figura eorum alla–
ta , evidentem imaginem Regis
quern ho norare volebant, fece–
ruot : ut illum qui aberat, tarn–
quam praesentem colerent sua
solicitudine.
18
Provexit autem ad ho–
rum culturam et hos qui igno–
rabant , artificis eximia diligen–
tia.
I
9
Ille
enim volens placere
illi qui se assumpsit , elabora–
vit arte sua ut similitudinem
in
melilt~
figuraret.
20
Multitudo autem homi-
. num abducta per speciem ope- ·
ris, eum qui ante tempus tam–
quam homo honoratus
fuerat,
nunc deum aestimaverunt.
21
Et haec
f
uit vitae huma–
nae deceptio : quoniam aut af–
feCl:ui aut Regibus deservien-.
tes homines , incommunicabile
nomen lapidibus et. lignis im–
posuerunt.
22
Et non suffecerat errasse
eos circa Dei scientiam, s
d~
et
1
Se describe aquf uo otro motivo de
haberse introducido la idolatrla.
2
Por este medio
y
provideocia de
que usaban. Y esto no obstante de dos
causas tan ioocentes , como las que aqui
se declaran , tuvo or1gen la idolatria.
3
Otra ocasion de la idolatrla.
4
Para hacer aquel retrato o figura.
16
Despues con el andar del
tiempo, tornando cuerpo la ma–
la costumbre; este error
foe
es–
tablecido como ley ,
y
por de–
creto de los Tyrano.s eran ado–
rados los sirnulacros. -
17
Ya aquellos
a
quienes los
hombres no podian honrar en pre–
sencia por estar ausentes
1
,
ha–
cienda traer de Iejos la figura de
ellos ·, expusieron
a
la vista publi–
ca la imagen
del Rey a quien que–
rian honrar:
tributan.dosus obse–
quies a aque
l que estaba ausente,
como si estuviera presente
2 •
18
A
los ignurantes tambien
le's induxo al culto de ellos la
extremada industria
dd
artifi–
ce
3 •
19
Porque queriendo este dar
gusto al que echo mano de
el,
em–
ple6 todo su esmero en sacar el
re–
trato lo mejor que fuese posible
4.
20
Y el vulgo de los hom–
bres engafi.ado de la hermosura
de la obra, a aquel que poco
an–
tes habja sido ho
nradocomo hom–
bre, tuvieronle
lue.gopor dios.
21
Y este
f
ue el engafi.o de
la
vida humana : porque los hom–
bres , o por lisonjear a la pasion
o a
los Reyes
s, dieron a las
piedras
y
a lo ,
lefi.osun nom–
bre incomunicab
le 6 •22
Y no bast6 haber errado
ellos acerca del conocimiento de
s
Como Ia pasion de un p;ic:Ire res–
peCl:o de su hijo , que es el primer exem–
plo; o por lison ja
y
adulacion a los Prln–
cipes, que es el segundo.
6
D iero n a las cri.1turas nombre de
Dios , q ue ni les conviene, ni de ningun
modo se !es puede dar, porqtie' lleva con–
sigo mismo la sub lime idea de Criador.