CAP I TU LO
XI I.
115
hijos tener buena esperanza: por- ·
que juzgando das lugar de peni–
tencia en los pecados.
et
bonae spei fecisti filios tuos:
quoniam iudicans das locum in
peccatis poe niten tiae.
20
Si
enim inimicos servo–
rum tuorum · et debitos morti,
cum tanta cruciasti attentione,
dans tempus et locum per quae.
possent mutari a malitia;
· 21
i
Cum quanta
di~igentia
iudicasti · filios
tuos
, quorum
~paren tibus
iuramenta er- conven-:–
tiones dedis ti bonarum promis–
sionum?
22
Cum ergo das nobis di–
sciplinam, inimicos nostros mul–
tiplicit
,r
flagellas , ut bonitatem
tuam cogitemus iudicantes: et
cum de nobis iudicatur, spere–
mus mise ricordiam tuam.
23
U
ode et illis qui i!l vi–
. ta sua insensate et iniuste vi–
_xerunt ,
per haec quae colue–
;r unt , dedisti summa tormen-
ta.
24
Etenim
a
in erroris via
diutius
erraverunt , deos aesti–
mantes
ha.ccquae
in anima–
libus sunt supervacua , infan–
tium insensator um more viven–
tes.
25
Propt er hoc tamquam pue–
ris insensatis iudicium
in
deri–
sum dedisti.
20
Pues si a los enemigos de
tus siervos y reos de muerte oas-
.
'
tigaste con tan ta circunspeccion
1
dandoles tiempo y lugar en que
s~
pudieran a[9l.rtar de la malicia;
2 I
i
Con q uanto cuid do j uz–
gaste a tus hijos, a cuyos pad res
hiciste muchas promesas de bie–
nes con juramentos
y
con alian–
zas?
22
Y
asi quando nos das una
correccion, castigas de mil mane–
ras a nuestros enemigos, para q ue
atentos pensemos en tu bondad:
y quando somos juzgados, espe–
remos en tu misericordia.
23
Por lo qual aun a aquellos
que vivieron como insensatos
y
perversos , les diste insufribles
tormentos , por medio de aque–
llas cosas que habian adorado
2 •
24
Porque en el camino del
error erraron largo tiempo, cre–
yendo que eran dioses aquellas
cosas que emre los an irnales son
viles
3 ,
viviendo
a
manera de ni–
iios insensatos.
25
Por
esto como
a
mucha–
chos insehsatos les diste un cas–
tigo como
por
escarnio
4 •
~~
justo sea httmano
,
que el
J
uez no sepa–
r e de
Sll'S
juicios la hurrtanidad , o no se
d espoje de humanidad para juzgar.
'
Como si tuvieras atadas las manos
para poder hacerl o : o mas bien , como
quien
v.
con e l mayor tiento, midie-ndo
la
pena , para que no exceda a la culpa.
2
E l Griego
Jia -rwv
iJtwv f.{3aO"avi–
aa<;
f3JE.Au y1.c.ct't'wv
,
atormentandoles por
.rus propias abominaciones
,
con los rnis–
mos animates , a los quales daban culco.
a
Supra
TI.
16.
Rom.
1.
23 ~
Tom. VI.
Los C ananeas adaraban a Beelzebtl.b , que
qui<iji dee
i1· dios de las nJ,oscas
;
y
el Se–
nor envio
abisp.aspara que los atormen–
tasen: y las Egypcios adoraban las
mos~·
cas; y las casti
go conlos mismos ini B:os.
3
Supr.
xr.
16.Seentiendede losbgyp–
cios lo que sigue hasta el findel Caplrnlo.
4
Porque parecia cosa ridicula y co–
ma un juguete, propio para castigar a
mu–
chachos
y
sit
juicia , el enviar ratones,
moscas
y
rauas en
castigo
y
~n
escamio.
P2
)
•