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.
,EL
HOMBRE
nuestro lnerito ' llegan
~
hácer los
poderosos; aunque en esto deberé·'
lnos tener presente, que COlno las
voces C0111unes rara vez llegan
á
sus.
oídos, si no
es
por ll1edio
de
.los:
que los rodean,
y
en quien tienen
(onflal1za ., .averiguados estos,
debe
·ser
nuestra aplicacion SUlna
á
po–
nerlos 'en
el
concepto
de
nuestra su–
ficiencia,.
ya
s~a
por nosotros ll1is-:
lnos,
ti
ya
por otros
en
-quien.ellos
se
fien,
y
á
ganar su voluntad,
ti
á'
no
tener.lacontraria '
por
lo
l1lenos,.
para:'
.que sin.
pasion quede
libre
el
. juicio, que
por
razon·· desean10s
hagan .
de
nosotros.
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