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EL
HoMBRE
de ll1ayores cosas. Porque aunque
diesernos caso, que esta vida les se
ría
11.1aS
tranquila,
y
apacible, no
deben10s darle en que
el
h0111bre
capáz se aparte ·del 111anejo de las
cosas publicas,
y
graves, por
solici–
tar su descanso proprio. Fuera
de
que , queriendo cada
uno
natural
lHente exercitar aquello que sabe, .
no
podria pernlanecer sienlpre en
los
ca-nlpos el que' se consideráse capáz
de
obrar en los Exercitos,
ó
en
las
Cortes.
y
asi
dirén10s,
que gocen
en
buen
hora su habitacion los
des-–
tinados
á
ella,
y
que los Príncipes
y ' varones señalados
la
ton1en vir
tuosan1ente
,C01110
descanso,
y
re-
creacion de
sus
111as
graves,
y
utiles
operaclone~.
***
DI
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