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EL
HOMBRE
de la alabanza,
y
agrado, que
pensa..
ba obtener:
ó
en el que deseoso de
cOlnplacer
á
todos, por no negar
nada, falta despues
el
lo que no pu–
do ,
Ó
1'l1aliciosan1ente no quiso
cUlnpJir , luego que le faltó rle
de~
lante los ojos
el
objeto del
q"'N–
pedia,
y
motivaba su flaqueza en
conceder : dexandole por un leve
rato de agradecünien to, obtenido en
el prÍlner aao, quejoso Sie111pre
á
la
falta de la prolnesa,
y
con desesti–
lnacion del que la hizo: bastando
estos exelnplos para representar la
infinidad de otros selnejantes , que
en el curso de la vida,
y
trato de
los
hOlnbres se ofrecen en los da–
ños, que trahe consigo el n1entir ,
para hacernoslo aborrecer,
y
estár
sielnpre sobre aviso,
y
en centinela
( digalTIOslo asi) contra este defeao;
C01110 contra aquel
á
que la flaque–
za hU'11ana suele tener lnayor pro-
pen-