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plato vicio,
y
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habrán tncontrado.
Se vé, así, que los
extremos de losdos caminospordondese desciende de
la virtud se tocan en el vicio ; losextremos son, pues,
viciosos.
Y
nótese que en ninguna parte de la cir–
ounferencia propuesta se halla el mal
positit•o,
pues
lo que hay en el punto
mns
bajo es
folla completa d•
bim1,
es deeir, que el mal no tiene existencia. que el
mn.l es simplemente
la ra)·eue1'a
ó
la
1ugacion
del
hin~.
Otra comparacion: Hacemos brillar,
á
uno. altura
conveniente, un poderoso foco da luz en medio de
una estrmcia. oscura, de manera que la iluminacion
sea completa. Colocamos en seguida,
~xactamente
debajo del foco de luz, una esfera adherida al pavi–
mento. Es evidente que siendo, como es, grnnde la.
iluminncion, habra claridad en toda la superficie de
la esfera, exce!'to en el punto en qne estA. unida al
pavimento; pero la claridad no será unifol'me: se
disminuirá gradualmente de arriba. hacia abajo ; el
punto ru8.s claro será el más alto,
y
el opuesto
ó
mils
bajo estará oscuro. De manera que todas las
villa
que se elijan para bajar desde el punto más elevado,
donde se halla la luz en toda su plenitud,
u
mco,l–
tranín Ém
el punto
más
bajo,
ó
de total oscuridad. Y
luego, en este último }JUnto no existe
algo
que se lla–
me
oscuridad:
lo que úmcamente en
el
se nota ea
complt'la jfllla d, lllt.
Mf.s
claro : allí no
hay
ALGO,
sino que
falta
ALGO.
Vése, así, que la oscuridad no
es una cosa.
pusitira,
sino que
simplem~nte
es
la au–
sencia ó la
11egaciou
de lo luz.
Y
si
hn.y
en la estancia
algun lugar oscuro, es l)Or la presencia de la esfera. ;
esto es, sin esfera no habría oscuridad, en todas par–
tes habría luz. Y no es posible que, existiendo la. es–
fera, deje de haber oscuridad. Así mismo si solo el
sol existiese, el dia. sería eterno ; pues la única causa
de la noche es la existencia de los planetas que in·