A LAS ALMAS
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que dieron caufa
á
nueftra Redencion. Y para mayor claridad
de eíl:e tratado , lo dividin1os por capirulos,
y
en cada uno fobre
el
Evangelio , y fu fanrifsi1na HiH:oria , proponetnos diél:ame–
nes, que aparren al al111a de lo malo , la pro1nueban
á
lo bue–
no ,
y
que la encaminen
á
que figa lo mejor.
Y
aunque los In–
terlocutores que intervinieron en la Pafion del Señor , no _en to–
do co_nvienen con los comunes efl:ados de
la
Republica; y afsi,
tal vez
fe
dá 1nas precifo doél:rina
á
los Jueces , otras
á
los malos
Sacerdotes , conforme fe ofrece el fu jeto
á
la cenfura , y morali–
dad; pero todavia
el
que quifiere aprovecharfe , la hallará baf–
tantifsiina en la fealdad de los vicios ,
y
en la ponderacion
de
las
~irtu~des,
para confeguir algun fruto de eíl:e moderado rra
~
bajo ,
y
ma no habiendo quien
fe
pueda eximir
d~
doll::rina;
pu_cs
el
no es Juez , ni tiene otros fubditos
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á
qui~n
gober–
nar,
ya
[can hijos, 6 criados , ha de arbitrar por lo 1nenos fobre
sí , y
dar buena cuenta del gobierno de las potencias , faculta–
'des ,
y
fentidos ; pues cada hon1bre , no folo es una Republica
abreviada , fino
n Mundo , aunque limitado , embarazofo ;
y
que no h airá poco
fi:
e doja gobernar de la rea:·rud chriíl:iana,
que debe reynar en cada uno
de
nofotros.
Y
a si hacemos efia
refiitucio
' las almas devotas , muy debida
á
la aficion con que
acuden frequentement
, como ovejas reconocidas ,
á
oír los
fil–
vos de fu pafl6r , quedando con muy cierta confianza, que
la re–
.cibirán con igual cuidado ,
y
defeo de lograrla , que yo tengo
de
fu aprovechamiento al
efcri~irla.
En
la
Puebla,
á
veinte
de
Agofto de mil feifcientos
quarenta
y
quatro•
•
El Ohifpo de la Puehla
de los llngelpJ.
IN-