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·-LI BRO V.

CA

P.

XXV.

97;

de

hecha

la confúlta por

el

1niniíl:ro , porque debe obrar en

·dle

cafo lo m1s conveniente al fervicio de fu Principe , fin aguardar

-la refpueíl:a. Bueno feria , que

fi

defpues de la confulra dd Mi–

nifho,

fe

inquietaífe

el

Reyno, dejaífe de egecutar lo que con–

vinidfe

á

la paz del Reyno, y fervicio de

ft1

Rey, aguardando

la refpueíl:á

á

la confulta ; eífo fuera defatino. Afsi

San

Pedro

pregunt6;

y

entretanto que..G.1 Divina Mageíl:ad refpondia, fien–

do providencia fuya

el

dilatar la refpueH:a, iban

á

afir

á

fu Per–

fona Divina ,

y

prenderlo, 6 matarlo,

Ó

maltratarlo. Claro eíl:á

que en eíl:e caía lo primero es defenderlo ,

y

no aguardar la ref–

pueíl:a , dejandolo 1nalrratar. La fegunda : en las 1naterias que

corren daño irreparable con la dilacion , primero es

el

prevenir

que

el

aguardar la refolucion del Principe; porque co1no quie–

ra que los ojos ,

y

las manos del Miniíl:ro , y la voluntad del

Príncipe

confpir.an

á

la pública feguridad, y defenfa, en llegan–

do

el

caía

á

eíl:ado que

la

dilac,ion deíl:ruya la caufa pública, pri–

mero es

el

re1nediar , prevenir , y poner lo público en fal,vo ,

y

defpues oír la refolucion. De ella

1nan~ra

San Pedro , viendo

que entretanto que

ref~ond ºa

el

Señor, fe. arrojaban

á

pre_nder...

lo ,

6

que podian

l

atarlo , p do,

y

debió en prime

lu ar de–

fenderlo ,

y

dcfpues , ksun fueífe la refpueíl:a , oírla , y obe–

decerla.

3

¿Pero por qué

el

Señor no le refpondi6 tan prefto , y di6

· lugar

á

que fe arrojaífen los fayones , y

á

que San Pedro los re–

fiíl:ieífe ,

é

hiridfe

?

Efto en mi Íenti.miento es n1uy llano. Por–

que como

el

Señor fabia lo venidero , y todo era

a

Íus noticias

pre~ente,

y

afsi le eran notorios los términos del fucefo ; quifo

con la dilacion de la refpueíl:a , abrir la puerta

á

la fineza del

Santo ,

y

al caíl:igo del fayon, y al 1nilagro de rdl:ituirle la ore–

ja ,

y

á

la doél:rina que dió

á

la Iglefia en San Pedro; y

á

que to–

dos vieífen que era Dios en

el

contener al Santo , en perdonar

al fayon , en hacer aquel milagro , en dar tan foberana doél:ri .

na,

y

en refrenará la turba,

y

que todo eíl:o fe hicieífe, fe digeífe,

oyeífe,

y

vieífe en un iníl:ante brevifsimo ; pero con t anto efpa–

cio al obrarlo en lo fangriento del huerto, como fi lo <ligera,

é

hiciera ,

y

enfeñára en

el

Cenáculo. Y afsi en tanto grado no pe–

c6 San Pedro en defender al Señor , que es creíble que pecára,

{i

no le defendiera , con las circuníl:ancias ,

y

accidentes de eíl:e

cafo :

y

de tan gran Maeíl:ro ,

y

Magiíl:erio , como

el

valerofo

JPart.

II.

delTom. II.

N

Apof-