Biblioteca Nacional de/ Peni
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me coloque en alguna tropa de Capellan voluntario sin pre juntammte me
C()munique facultad de perdon para ir solo sin escolta de soldados al campo de
ellos a proponerles perdon general.
La carta respuesta adjunta y las dos
certificacion~s
que acompanan a esta
acreditaran
mi
verdad y en ella me comunica no solo perdone a todos aquellos
que prestasen obediencia al soberano, si tambien les de algun alimento a aquellos
profugos seducidos del dkho traidor, experimentando las intemperies y
necesidades a estos les de papel para que baian a sus domicilios.
Con la carta dkha tan amoroza quanto
(£.
1)
II
agradesida pase al palacio
del Illustrisimo senor
d.Qd.QrdQn Manl,,lgl de Moscoso quien cordo de vista toda
ella y al instante me dio facultad de absolver de la excomunion que fulmino a
todos los alsados y me dijo con advertencia de que ya han de estar apartados de
las vanderas del revelde y bueltos a la obediencia del rey.
Por no perder tiempo fui luego donde dQJl Migygl de Velasco Comandante de
la Columna de Quispicanche quien tuvo gran complasencia fuese de Capellan
de su compania. Asi caminamos al Pueblo de Urcos y al otro dia pasamos hasta
llegar al lugar nombrado Ausaray donde encontraron los soldados un yndio
alsado este por escapar de la muerte ofresio llevarlos a la tropa de bastantes
yndios y que havia de ser de noche, pillaron alli mas de cinquenta fuera de
mugeres y muchachos por suplicas mias al Comandruite salieron perdonados.
Este dia acia las dos de la tarde se azomaron por los serros altos una multitud
de yndios con armas y vanderas se partieron en dos alas siempre por las simas
de los serros al instante mande ensillar un cavallo y montado en el le dije al
Comandmte me diese lisencia para pasar al campo de ellos a proponerles perdon
general como le ofresi a dkho Senor Vicitador, no quiso fuera a perder la vida
repiti la peticion como dkho es, de que havia empenado mi palabra al 5.ellQr
Vicitador a que se agrega que llevando a Dios por delante la obediencia y caridad
nunca me podia
ir
mal convensido de mis instancias. me dijo fuese llevando a
los cinquenta y tantos perdonados pueda ser que al exemplo de estos crean que
ay tal perdon.
Caminamos hasta una distancia larga que ivan pasando a pie unos y otros
cavalgados
(£.
2)
II
con muchas vanderas los Harne que vajasen donde estava yo
y les perdonaria como a estos que estan corunigo repugnaron diciendo suve me
dieron consejo los
di~
perdonados que no condesendiese pQr que alli me
quitarian la vida llamaron ellos a que vajase apenas acavaron de oir vajaron
que ni una exsalacion sercado yo de tantos rejones con que me amenazaron.
Llego el
capit.ande ellos con aparato de escopeta y vaston me quito la rienda del
cavallo y con gran imperio me dijo a que viniste? La respuesta fue pronta con
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