Este no es, pues, un libro corriente. No lo ha
escrito un autor sino centenares, con ideas re lam–
pagueantes, en el curso del tiempo peruano, d el
XVI al XXI. Aquf estan, sin tapujos, las alegrfas y
las penas. En fragmentos, por lfneas que cons i–
deramos significativas, pues nos hemos tornado
una libertad de selecci6n. Muchos son como un
relampago, es decir un resplendor muy vivo y
momentaneo. Mucho de ello tienen estos frag –
mentos. En realidad, son largas y conmovedoras
citas textuales. Las hemos llamado Apuntes. Es
decir, «escrito breve, sistematico», y el celebre
Diccionario de Marfa Moliner, el de «usos del
espaflol», aflade un sentido que viene a conve–
nirnos perfectamente para el caso presente: el
de bosquejo. Esos son apuntes sentimentales.
Ahora bien, quien quiera la obra completa, o sa–
ber la procedencia, no t iene sino que completar
su lectura con la gufa bibliografica al final del
presente libro. iEs preciso decir el trabajo que
nos ha dado semejante procedimiento? No es
poca cosa elegir no cualquier texto de nuestros
mejores pensadores, sino aque l que lo revele con
mayor intensidad . Hay algo masque debemos
anadir. Estos apuntes no son sino parte de un
libro mayor, en proceso, sobre el pensami ento
peruano que entregara ensayos enteros, y co n
ellos, tambien otros autores, a los que d es d e
ahora pedimos disculpa porno aparece r en la
presente entrega . En fin , se notara q ue apu nte
rima con apuro. iCual es el nuest ro? El de intro–
duci r de inmediato en la to rrente ra de ideas de
los perua nos, los fragmentos aquf seleccionados,
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