Apenas hubo algún que otro herido leve
y
algún caballo mu rto.
Pero vamo al cuento.
Lo que V ha e crito fue de ste modo.
Estaban en Mendoza. Un día que tocó llamada en el cuartel, Escalada
se había demorado. Verúa agitado
y
muy ligero y por efecto del calor e
echó el elástico para atrá , que como usted abe, agregado á un andar ligero,
quita todo aspecto militar.
San Martín que estaba en la puerta del cuartel, rígido como era le
gritó, aprovechando que era u cuñado. -Comandante E alada!, sombr ro
de pico á pico, de pecho a espalda!
Lo demás, se lo agregaron lo oficiale , porque era una grosería, que
ni
San Martfu fue capaz de decirla,
ni
Escalada de tolerarla. E te era un
brabo (sic) y ubordinado oficial que estuvo en San Lor nzo, Sipe-sipe,
Chacabuco y Maipú. Murió en 1871, querido y re petado, después de
desempeñar vario cargos de importancia.
La espo a de San Martfu era Remedio de E calada.
Confiado en que usted no mirará mal qu me haya permitido aclarar!
us noticias, lo aluda u
iempre
affo
amigo y SS.
Adolfo P. Carranza
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