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5

alterante

a.tribuida

al

mercurio,

diciendo que es ·

un poder de

altera1·lu

cofü:licidn de lo.r; mas mínimos conductos del sistema

de circulacion,

y

los 'de la secrecion del hígado

delos

intestinos

'f/del :mesenterio

(§§);

$in

reflexionar

que, no habiendosc de–

mostrado

que aquel

poder

oculto

y

silencioso,

sea cu:ll fuere,

lo

ejerce el

mercurio

sobre

los

minimos

conductos

de ún mo–

do

primitivo

y directo,.

y

que en todo otro

caso,

úl

dicho

po–

der

lo tendtia

en c.omun

con

las

demas

suhstáncias

que

indi.

recta

y

secundariamente

ejercen alguna. accion sobre ellos

por medio de la ex.citacion de

fa

mucosa intestinal, no puede

servir de

carácter

á

su

virtud curativa.

En

el estad9

a-ctual

de

Jos

c>ormcimiento~

mééliros, todo

es duda

incertidumbre con refacion

á

las funciones de los

capilatés•

Laantigua teoría de la'absorcion se ha desplo–

mado

en vista •le

un hecho

físico

aplicado con injenio

á

una

füncioñ'·vital ··(

§§§),

qu·e ·está esperando, siff tmibargo, una es–

plica

cion más pr

opia ele la

ciencia

de lá vi<la.

Ni la obstruc–

cion'

hóeraviú.na,

ni

el

éspnsmo de Cullen,

ni

la

teoría de

la

efoctricidad

d

an razon suficiente

del

fenómeno

de

la

cirru–

lacion capifar en el estado febril yen el inflamatorio.

Si es

preciso, pues, convenir en que la fisiología

'y

patología

de

los

mínimos

conductos

todavía no han nacido,

ique

uso puede

hacerse de ellas

para

esplicar

la

acciou'dtHosuiedicamentos'f

Por mucho que agraden ciertas ideas

á

la imagina.don,

la razon severa no puede admitirlas.

Seme}antes al lindo

.Nareiso,

dice Magendie,

nos complacemos

á

veces contemplan.

do en.:nuestras

opiniones

nuestra

misma

imagen,

con la única

dife1·encia

que nosottos no conocemos que es solo ella que nos

agrada

y ·

divierte.

En fin, se ha dicho del mercurio que es calmante

y

seda.

tivo; · ·Si se·ha querido hablar de uno de sus efectos secun–

darios, es indudable que ruede conseguirse aquel efecto por

su medio, como se consigue

á

rnenndo el mismo efecto por

medio de las <lemas substancias purgantes é irritantes, capa.

ces de espeler la causa de la irritacion morbosaf

ú

obrar co.

mo perturbadoras, derivativas ó revulsivas. Mas, si lo que

se pretende es,

que

el

mercurio,

dado en dosis mas 6 menos

grandes, 6 bajo una

ú

otra forma, puede calmar 6 destruir

(

§~)

Véase el

Sttplemento

al núm..

39

del

Rejenerador,

pe–

~iodico

publicado en Lima, en

1635.

(§§§)

La imbibicion

ó

empapamiento de Magendie.