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Con afan de todo cuidas;
I tú padre laborioso,
Que al descanso te retiras,
Orad antes que la angustia
Emponzoñe Yuestras vidas;
Elernd los corazones
I
doblad vuestras rodillas!
Peregrino, en tierra estrañ.a,
Lejo;;
¡
ai
!
de. tu familia;
Tú
que oir la voz creyeras
De ente amado ya no en vida;
Prisionero cuya estancia
Claro
~ol
nunca ilumina;
Navegante que combates
De un airado mar las iras;
Elevad los corazones
I doblad vuestras rodillas!
Vcncedor en lid crnenta
Que a
la
paz tornas amiga;
Tü, mujer, que entre los muertos
Jimes de afhccion movida;
Tú
mortal desventurado ;
Tú a quien colman las delicias;
l
ues a todos aquel orbe
Su esplendor a par envía;
Elevad ]os corazones,
I doblad -rucstras rodillas!
J
OAQUIN DE CASTILLO I LANZAS.
(Méjico.)
OCTAVAS.
En la muerte de una ·niñ.a.
Pasó como el perfume de las flores
Que en el ambiente se evapora i huye,
Como el eco de un cántico de amores