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F
uentes de
financiamiento de
las
empresas
-
país
nacionales, y tiene un respaldo popular, es suficiente solicitar a la
ciudadanía que nadie trabaje para esta empresa privada. En esta
condición, a la empresa privada, nacional o extranjera, le será muy
costoso traer personal del extranjero para seguir produciendo o ex-
plotando la empresa en cuestión.
Es decir, existen mil argumentos para disuadir a cualquier empresa
privada que siga produciendo o explotando en el país, si el pueblo
ha decidido lo contrario. El control de la salida de utilidades de la
empresa, el control de inmigración, el control de importación de
máquinas y otros, la supervisión de los contratos de producción
o de explotación, la vigilancia de carreteras, etc., son tantos ele-
mentos que proporciona el proceso artificial de producción para
imponer la decisión nacional, sin necesidad de pasar por una na-
cionalización o expropiación.
Una vez más, en el caso de las empresas multinacionales mineras,
por ejemplo, no se debe perder de vista que el objetivo nacional no
es la producción minera sino, suministrar los Bienes de Necesidad
Básica, y desarrollar las empresas ligadas al proceso de trabajo de
concepción. Y en este proceso, se aumentará rápidamente el salario
mínimo hasta alcanzar el estándar internacional. Es decir, el país
estará creando condiciones, en forma paralela, para que la empresa
multinacional minera, por sí sola, decida cerrar su planta o avenir-
se a la propuesta nacional.
En todo caso, es importante anotar que, esto no significa avalar
actos de corrupción mediante el cual se han hecho mal uso de los
bienes del país, o se han expedido normas contrarias al interés
nacional. Para ello existen los canales correspondientes a fin de
establecer las acciones y sanciones correspondientes. Pero dichos
actos de corrupción en ningún caso justifican una nacionalización
o una expropiación.
En igual forma diremos que el
modus operandi
del sistema de fi-
nanciamiento de las empresas-país impide el ingreso del dinero de