Previous Page  58 / 194 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 58 / 194 Next Page
Page Background

58 —

L

os

I

nstrumentos de

la

G

ran

T

ransformación

recordar que el país cuenta con una forma de financiamiento que

hace no obligatorio la demanda de capitales extranjeros para reali-

zar un proyecto de inversión a ser ejecutado por las empresas-país.

Con ello queda establecido que si existe necesidad de levantar una

empresa cualquiera, existen los recursos necesarios y suficientes.

Segundo. La experiencia nos enseña que las nacionalizaciones no

han sido, nunca, un buen negocio para el país que efectuó la nacio-

nalización. En todos los casos, en el proceso de nacionalización,

las empresas privadas han utilizado toda suerte de argumentos para

que, de un lado, el monto de la nacionalización sea exorbitante

con relación a su real precio y, de otro lado, la cosa nacionalizada

nunca haya tenido el resultado esperado. Por lo general, las nacio-

nalizaciones han terminado en un desastre nacional.

Por ello, es mucho más conveniente, en una economía de mercado,

hacer jugar todos los elementos de la economía mercado para que,

si la empresa privada no acepta ceder la producción del bien eco-

nómico o devolver la explotación del recurso natural, ella quiebre

simplemente.

Un ejemplo bastará para mostrar todas las posibilidades que tiene

un país, en economía de mercado, para hacer valer sus derechos y

su soberanía nacional.

En el caso de las empresas multinacionales mineras, por ejemplo,

que es el rubro fuerte en los países del Tercer y Cuarto Mundo. Ellas

crean empresas-enclave por tres razones básicas. Primero, porque

la mano de obra es increíblemente barata. Segundo. El monto por

el concepto de Renta que exige el gobierno es increíblemente bajo.

Tercero. Porque los países en donde las empresas multinacionales

deciden realizar su explotación minera, los gobiernos nacionales,

como en el caso del Perú, son corruptos por tradición.

Entonces, si partimos del supuesto de que se encuentra en el Po-

der un gobierno con real intención de hacer respetar las decisiones